Los jefes de las diplomacias de Cuba y de Estados Unidos, Bruno Rodríguez y John Kerry, se reunieron ayer para enfatizar la decisión de ambos países de avanzar hacia la normalización de las relaciones bilaterales. A la vez, marcaron sus diferencias, sin caer en sarcasmos, en temas como derechos humanos y democracia, y anunciaron la creación de una comisión bilateral que comenzará a trabajar en septiembre en una agenda para avanzar en el descongelamiento.

En una conferencia conjunta, Rodríguez, en su rol de anfitrión, tomó la palabra para destacar el clima de respeto mutuo y anunciar el acuerdo para crear la comisión conformada por ambos países, cuando una delegación estadounidense llegue a La Habana para realizar los primeros intercambios. No obstante el anuncio y el clima, el canciller cubano se preocupó por marcar el territorio de estos diálogos. “Se respetarán que existan concepciones distintas en temas como derechos humanos, derechos políticos y hasta una concepción distinta de la historia de los últimos 50 años”, dijo. Destacó como temas de preocupación de Cuba el respeto de los derechos humanos dentro de Estados Unidos, la discriminación de género y la violencia racial. “No es en el territorio de Cuba donde se tortura y se mantiene a gente en un limbo jurídico”, en lo que pareció una alusión directa a la prisión de Guantánamo.

Rodríguez también destacó que durante el encuentro bilateral que mantuvieron a puertas cerradas le confirmó a Kerry que tiene libertad plena para restablecer relaciones sobre la base del respeto a la soberanía cubana y no de interferencia en sus asuntos internos.

A su turno, Kerry puso una nota de distensión al decir en tono de broma que pensó que además de canciller estaba hablando el ministro de Comercio y de Turismo de Cuba, en alusión a la invitación a los empresarios y a los ciudadanos estadounidenses a visitar la isla en busca de oportunidades de negocios y de sus playas. El funcionario estadounidense puso de relieve el tono amistoso de la reunión bilateral con Rodríguez. “Hoy es el inicio de una oportunidad para los diplomáticos de ambos países, porque nos llevará a la normalización de los lazos, en una relación que irá madurando”, agregó. Destacó que entre los temas que seguramente estarán en la agenda de trabajo, que desarrollará en la primera o segunda semana de septiembre la comisión bilateral, estarán los derechos humanos, seguridad marítima, tráfico de drogas, tráfico y trata de personas y medio ambiente.

Por último, Kerry destacó que el proceso contribuye a armonizar los lazos de su país con el resto de los países de la región, lo que quedó expuesto en el beneplácito con que los líderes acogieron el retorno de Cuba en la última Cumbre de las Américas, en Panamá.

A la hora de las preguntas, no hubo ninguna sorpresa en el equilibrio de la asignación de micrófono a los periodistas de las agencias Reuters y Asociated Press (AP) y los diarios Miami Herald y Granma. La enviada del periódico norteamericano consultó por las leyes de migración y reajuste, así como a la compensación para los ciudadanos y capitales estadounidenses que fueron nacionalizados a principios de los años sesenta. Kerry respondió que las políticas de su país apuntan a una migración organizada y legal. A su turno, Rodríguez devolvió el golpe y dijo que las relaciones migratorias entre Cuba y Estados Unidos no deberían ser politizadas sino totalmente normales. Y en cuanto a las compensaciones por las expropiaciones, destacó que los ciudadanos cubanos cuyas propiedades fueron nacionalizadas sí fueron recompensados, mientras que los ciudadanos y empresas estadounidenses no pudieron ser indemnizados por el bloqueo económico.

La pregunta de Granma, en tanto, fue sobre el fin del bloqueo y la devolución de Guantánamo, que en parte ya habían sido respondidas y en parte fueron diplomáticamente eludidas, ya que ambos oradores optaron por destacar una vez más la importancia de este paso en el proceso de restablecimiento de las relaciones bilaterales.