EL PAíS
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El eterno candidato natural del PJ
Por F.Y.
A mediados de 1986 tenía 39 años. Una tarde de invierno, llegaron a su casa los dirigentes peronistas entrerrianos Augusto Alasino y Hernán Orduna. Sin rodeos, ambos le tiraron sobre la mesa la propuesta: “Conejo, vos tenés que ser el hombre; sos el candidato natural del peronismo”. Era su sueño más preciado y el por entonces intendente de Concordia, Jorge Pedro Busti, aceptó sin dudar. Un año después, se convirtió en el primer gobernador peronista desde el retorno de la democracia. En 1995 triunfó por segunda vez y ayer, ayudado por la desastrosa gestión de Sergio Montiel, recuperó la provincia para el PJ.
En los ‘70, Busti estuvo enrolado en los grupos de la izquierda peronista. Mientras estudió Derecho en Córdoba, participó en el Peronismo de Base desde donde migró a Montoneros. En 1975 retornó a Concordia y por su relación con la Tendencia Revolucionaria la dictadura lo detuvo durante cuarenta días.
Muchos años después, su olfato político le permitió llegar a la primera gobernación y también conseguir un segundo mandato en 1995 de la mano de Carlos Menem, que ya no era el de la Revolución Productiva del ‘89. En consonancia con los tiempos, promovió las privatizaciones en Entre Ríos y, poco a poco, se fue acercando al entonces precandidato Eduardo Duhalde. Fue uno de los pocos gobernadores que se jugó por el bonaerense.
La relación con Duhalde se enfrió cuando Busti promovió el juicio político contra Montiel convencido de que contaba con el respaldo del entonces presidente. No fue así y Busti se recluyó en su provincia. Enfrentado a las presidenciales, creyó que ganaba de nuevo Menem y para evitar una definición habló de una política de “tranqueras abiertas”. Craso error. Tuvo que remar mucho para reconquistar a Kirchner.
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