EL PAíS
Problemas confesionales
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, sostuvo que no puede ser “objeto de discriminación” la condición de atea con la que se autodefinió Carmen Argibay, postulada por el Poder Ejecutivo para integrar la Corte Suprema de Justicia en reemplazo del renunciante Guillermo López. “Que ella sea atea es un problema personal y no puede ser objeto de discriminación, si no, el día de mañana van a criticar si va un judío a la Corte y por qué no lo puede haber si hay prestigiosísimos juristas que son judíos”, razonó el titular de la cartera política. Fernández señaló que con la postulación de Argibay –así como con la candidatura de Eugenio Zaffaroni, ya integrado a la Corte Suprema– el presidente Néstor Kirchner “buscó valorizar la nueva composición” del cuerpo, para lo cual buscó “calidad”. El funcionario recordó que “la Corte había caído en una situación absolutamente desgraciada, no había respeto entre los pares ni prestigio ante la comunidad” y sostuvo que con la designación de Zaffaroni comenzó a revertirse esa situación “y seguramente lo siga con Argibay”.