Una movilización popular, un acto oficial con participación de los organismos de derechos humanos en el que fue uno de los mayores centros clandestinos de detención –donde se anunciará la creación de un Museo de la Memoria– y una ceremonia en la que serán descolgados los retratos de los dictadores de las paredes del Colegio Militar. Estos serán los tres acontecimientos principales con los que se conmemorará hoy el 28 aniversario del golpe de Estado que instauró la más terrible dictadura del país.
El 24 de marzo de 1991 la crónica de Página/12 decía: “Este no es un aniversario cualquiera porque algo más de hiel fue vertido por la fuerza en el trágico recuerdo del golpe de Estado: esta vez los máximos responsables del ‘Proceso’ podrán conmemorar su éxito de entonces en libertad, merced al indulto del presidente Carlos Menem”. Trece años después las cosas cambiaron. Esta semana un juez se pronunció por la inconstitucionalidad de los indultos y varios represores están presos gracias a que las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueron invalidadas, tanto por el Congreso como por la Justicia. Es seguro que el balance de Jorge Rafael Videla no será tan bueno hoy como lo fue el 24 de marzo de 1991. Menos aún el de Eduardo Emilio Massera, quien verá desde su silla de ruedas cómo la Marina se retira del lugar en el que se sintió dueño del destino de miles de personas.
El acto que comenzará a las 13 en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) no será simplemente el anuncio de la creación del Museo de la Memoria, que se concretará a través de un convenio entre el gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires. Será la primera vez que el Estado organiza una ceremonia oficial de repudio a la dictadura un 24 de marzo.
A las 14, en un palco que se colocará sobre la calle Comodoro Rivadavia, hablarán tres jóvenes que nacieron en la maternidad clandestina de la ESMA. Se trata de Emiliano Hueravillo, María Isabel Greco y Juan Cabandié, quien recuperó su identidad hace apenas un par de meses. También hablarán el jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, y el presidente Néstor Kirchner. Luego se leerá un poema que la desaparecida Ana María Ponce –compañera de militancia del Presidente– escribió dentro del centro clandestino de detención. Cantarán León Gieco (La memoria), Víctor Heredia (Todavía cantamos) y Joan Manuel Serrat (Para la libertad).
Cuando el Presidente llegue a la ESMA, se encontrará con las fotos de los desaparecidos que los organismos de derechos humanos colocarán en las rejas. De ese acto, que se realizará a las 11, participarán Abuelas de Plaza de Mayo, la APDH, Buena Memoria, el CELS, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Fundación por la Memoria Histórica, Hermanos/as de Desaparecidos por la Memoria y la Justicia, H.I.J.O.S., Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Madres-Línea Fundadora, MEDH y Serpaj.
Antes, a las 10 de la mañana Kirchner concurrirá al Colegio Militar, ubicado en la localidad bonaerense de El Palomar, donde retirará simbólicamente de las galerías del instituto los cuadros de dos de sus directores, los dictadores Videla y Reynaldo Bignone. Esta ceremonia provocó que algunos oficiales de alto rango del Ejército pidieran su pase a retiro (ver aparte).
Cuando terminen los actos oficiales, a las 17, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia encabezará la movilización desde el Congreso a Plaza de Mayo. El Encuentro nuclea a 190 organizaciones, entre organismos de derechos humanos, partidos políticos, sindicatos, asambleas barriales y agrupaciones estudiantiles y piqueteras.
El repudio al golpe de Estado y el recuerdo a las víctimas se completará con otros actos que ya comenzaron a hacerse en todo el país. Los organizan los sindicatos, las organizaciones barriales, los municipios y todo tipode movimientos sociales. Hoy habrá actos en los hospitales porteños, tribunales y en las escuelas de la Capital y la provincia de Buenos Aires.