SILVIA MARTINEZ *.
“No a la mano dura”

De ninguna manera las soluciones provienen del endurecimiento de penas. Tanto en la Argentina como en el resto del mundo hay muestras empíricas de que no hay correlato entre mano dura y mayor seguridad. Así que quienes proponen eso en realidad están impulsando una fantasía, una ficción que en los hechos nunca da resultados y lo único que acarrea son más muertes. También ya está claro que el problema de la inseguridad no se resuelve cambiando figuritas políticas, poniendo a éste o aquel funcionario, porque todos los que llegan a ese puesto terminan siendo un títere de la fuerza policial: al mirar los últimos años y los distintos funcionarios, se deja ver que todos fueron ministros efímeros. Si queremos de verdad buscar soluciones, se deben estudiar medidas mucho más abarcativas, más complejas, con más trabajo y a más largo plazo. Por ejemplo, yo apuntaría a tener mucho mayor control sobre la policía, haciéndola más horizontal, incorporando cuadros no policiales de control, haciendo auditorías continuas, haciendo seguimientos rigurosos desde que comienzan hasta que finalizan las causas.

* Profesora de Derecho Penal.



GUSTAVO PALMIERI *.
“Más control policial”

Tanto el endurecimiento de penas como el incremento de facultades judiciales y policiales fueron una constante en los últimos tiempos. Y se comprobó que no dan resultado, sino que provocan situaciones catastróficas. La marcha del jueves estuvo hecha desde un lugar legítimo, desde el pedido de soluciones, pero no se puede buscar soluciones pidiendo más prisión o más muerte. Esto los gobiernos deben tenerlo claro y proponer soluciones coherentes. Estoy seguro de que la solución no pasa por ahí: hay que trabajar sobre la ineficacia de la política de seguridad y en la sociedad civil con su reclamo de mano dura. En este sentido, la sociedad debe reflexionar porque por un lado reclamó por Cabezas y después apoyó a Ruckauf, hay una incoherencia. En cuanto a las medidas propuestas, un gran error es que la eficiencia del sistema judicial se pretenda medir por la cantidad de años para las condenas en lugar de tener en cuenta la rapidez de los juicios. Por otro lado, debe haber un fuerte control sobre la policía. Acá se hizo todo lo inverso. No se puede pretender dar respuestas sólo desde políticas de seguridad, también debe haber políticas sociales.

* Director del Programa de Violencia Institucional del Cels.



MAXIMILIANO RUSCONI *.
“Falta prevención”

La sociedad está con mucha angustia y dolor. Por eso acepta soluciones mágicas. En estos días, las respuestas serias parecen no ser muy populares. La visión mágica dice que el aumento de penas trae seguridad: totalmente falso. Un claro y cercano ejemplo está en la propia provincia de Buenos Aires, donde los que querían meter bala confirmaron no tener soluciones reales y esa fuerza que iba a dar seguridad con mano dura hoy está involucrada en los delitos, secuestros incluidos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con los pasos que se darán desde la política, porque dar penas más duras es muy fácil para la dirigencia y lo pueden hacer sin problemas diciendo que se solidarizan con el dolor legítimo de un padre que perdió a un hijo. Para soluciones serias y reales hay que trabajar en un fuerte control sobre la policía, que en la actualidad tiene el monopolio del contacto con la comunidad. En ese sentido se debe apuntar a que los fiscales tengan más protagonismo, que estén en el lugar de los hechos, que se especialicen en diversos tipos de delitos junto a equipos multidisciplinarios y de esta forma puedan trabajar en la prevención.

* Ex fiscal general de la Procuración de la Nación.