El ministro de Interior, Aníbal Fernández, descartó que su par de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz, tenga que renunciar como consecuencia de la detención de jefes de la Policía Federal en la causa por el secuestro de Axel Blumberg.
“Si hay un hombre de la fuerza que está complicado en algún conflicto, deberá dar las explicaciones pertinentes y si realmente se demuestra que está complicado, deberá pagar por ello. Pero qué tiene que ver el ministro en este caso”, se preguntó Fernández. Cuando el periodismo insistió con que Beliz es el jefe político de la Federal, el titular de la cartera de Interior aseguró que “con ese criterio tendría que renunciar el presidente” Néstor Kirchner.
Además, Fernández descartó que la corrupción en las fuerzas de seguridad “sea un problema estructural, porque tiene que ver con el accionar de personas aisladas y no con el comportamiento global de las policías”. No obstante, evaluó que “es muy probable que las fuerzas de seguridad sigan teniendo enquistados algunos personajes que utilizan el uniforme y el arma que les provee el Gobierno para su beneficio propio”.
La detención ordenada por el fiscal Sica de Schettino se suma a la del subcomisario Gravinia, por el mismo caso. En la semana, la fuerza también recibió otro golpe: fue pasado a retiro Jorge Palacios.