–¿Por qué este gobierno promovió la designación de Carlos Bettini para embajador de España?
–Bettini es un argentino que vivió en la dictadura la destrucción de su familia. Tuvo varios familiares desaparecidos y esa persecución lo obligó a radicarse en España. Allí desarrolló una actividad muy cercana al PSOE que le permite contar con vínculos muy fluidos con el partido gobernante de España. Bettini tiene su desarrollo personal en España y sus muertos en Argentina.
–Pero los cuestionamientos no son por eso justamente.
–Al retornar a la democracia él volvió como un argentino que se había nacionalizado en España. Y nosotros creemos que en el contexto actual nadie puede representar mejor a la Argentina que Bettini.
–Lo han denunciado por hacer lobby para una empresa española.
–Bullrich nunca formalizó la denuncia. En Veintitrés dijo que había recibido a Bettini para hablar de una licitación para la construcción de cárceles y que había interpretado que la quería coimear.
–¿Entonces?
–Eso dio lugar a una acción de la Oficina Anticorrupción y una denuncia anónima que se radicó en la Justicia federal. En ambos caso no pasó nada.
–El diputado socialista Ariel Basteiro dice que participó del directorio de Aerolíneas cuando se produjo el vaciamiento de la empresa
–Eso fue cuando Aerolíneas estaba en manos de Iberia. Allí España habrá pensado parecido a lo que nosotros pensamos ahora: qué mejor representante ante Argentina que Bettini. Me parece que la suerte de lo que le pasó a Aerolíneas excede mucho, pero mucho, a Bettini.