EL PAíS
• SUBNOTA › LOS DATOS CONTRADICEN LA SUPUESTA INSEGURIDAD
Cómo se fabrica la sensación
Por Horacio Cecchi y Raúl Kollmann
La firme sospecha oficial de que detrás de la supuesta ola delictiva en Capital hay una “movida de sectores desplazados”, como anunció el propio presidente Néstor Kirchner, no sólo tiene su correlato en los números que indican disminución delictiva en la Capital, sino que además es acompañada por algunos indicios. El índice de delitos ha venido bajando, mientras que la ola, o su sensación, parece ir en sentido contrario. “Hoy, en promedio, cada comisaría registra un robo con armas por día –reveló una fuente gubernamental–. La cifra es menor al año pasado, pero la sensación es que ésta es una ciudad sitiada por delincuentes.” De hecho, la ciudad tiene una tasa anual de homicidios en lento descenso, de 4,65 por cada 100 mil habitantes. Después de Santiago y Montevideo, es la tasa más baja de Latinoamérica, y en comparación con los 50,1 de Washington, la cifra es elocuente. Datos que circulan en el gobierno nacional coinciden en que alrededor de una docena de comisarías todavía responden a los desplazados. “Lo demás es cuestión de tener contactos aceitados con los medios y desparramar información inflada”, citó la misma fuente.
Hasta ahora, es cierto, todo se trata de sospechas y ningún elemento cierto que pueda servir de prueba. Pero en los pasillos del Gobierno las sospechas son muchas y empiezan a transformarse en indicios. “Hay 53 comisarías en la ciudad –confió la fuente a Página/12–. Cada una hoy registra un robo armado por día. La cifra es menor a la de otros años. Pero el dato se informa los medios como si fuera un asalto tipo comando.”
Según esta hipótesis, los desplazamientos en la cúpula de la Federal provocaron una reacción de algunos de esos mismos desplazados, tal como lo aseguró Kirchner ayer. “Hay unos cuantos ex jefes que siguen manteniendo sus contactos aceitados con algunos medios –sostuvo el funcionario–, y no les resulta nada difícil levantar el teléfono para informar.” En el ámbito de Seguridad murmuran que de las 53 comisarías, alrededor de una docena sigue bajo la influencia de los ex capangas. “Con tener un solo policía que les responda en cada una de esas 12 comisarías ya se puede poner en marcha el circuito de información.”
El tema no es sencillo y resulta algo urticante, ya que la información es uno de los pilares de las garantías de los derechos. Lo que se pone en duda, desde algunos sectores del Gobierno, es la difusión de datos inexistentes o inflados. Y tienen ejemplos en la mano:
- La semana pasada fue informada una violación en Belgrano. El caso fue detallado en algunos medios. La usina de información corrió por cuenta de fuentes policiales anónimas. El caso terminó siendo en realidad otra cosa: una prostituta que se peleó con su cliente por dinero.
- El asalto a la Universidad de Belgrano fue promocionado como un golpe comando y difundido como tal. Pero una hipótesis muy firme para los investigadores es que se trató de una entrega: “Había un solo sereno, y además de robar la plata se llevaron los cuatro videos de seguridad”, aseguró a este diario uno de los participantes de la investigación.
“En general, la tendencia a la baja es defendible desde los números y desde una lógica racional y científica”, sostuvo Claudio Suárez, director de Política de Seguridad y Prevención del Delito del gobierno porteño. Esos números sostienen que la tasa de homicidios en la ciudad mantiene una baja pronunciada (la de robo de autos también). La estadística proviene de la Federal, pero en estos dos rubros resulta confiable, ya que la mayor parte de los casos es denunciada. Los robos en general se mantienen en una meseta con leve tendencia al descenso.
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