Si bien la cúpula de la Iglesia mantuvo silencio, la réplica de Néstor Kirchner al arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, dio lugar a múltiples declaraciones en el ámbito político y también de varios sacerdotes católicos. Muchos fueron, empezando por los funcionarios del Gobierno, los que avalaron al santacruceño, y quienes le cuestionaron su reacción no salieron tampoco en defensa de Aguer. Sólo el párroco de Balvanera, Osvaldo Musto, apoyó al prelado platense.
“Debería haber, por lo menos a mis ojos, una actitud un poquitito más comprensiva desde donde se está viniendo, para colaborar en consecuencia”, señaló el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y cuestionó las declaraciones de Aguer, como las del obispo de Rosario, Eduardo Mirás. Lo que dijo Aguer que motivó la respuesta de Kirchner fue, entre otras cosas, que la situación social “se ha crispado excesivamente y nosotros notamos que el conflicto está saliéndose de madre”. Su par rosarino afirmó, a propósito de los piqueteros, que “si se deja que cada uno haga lo que quiera, vamos a estar como en Colombia o como fue en algunos momentos en Venezuela, o como otros países que llegaron a una situación peor”.
El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, también rechazó las declaraciones de Mirás: “Tiene un profundo desconocimiento de la situación de Colombia o hay una cierta intencionalidad”, destacó.
Elisa Carrió se anotó entre quienes cuestionaron a Kirchner. La chaqueña advirtió que “no se puede confundir a toda la Iglesia. Es obvio que hay pastores, hay sacerdotes que no son pastores y hay obispos que no son más pastores, pero hay otros que predican el orden de la paz”. La jefa del ARI aclaró que “si hay un sacerdote que no es pastor” es Aguer, pero dijo que “el Presidente no puede pelear con cada uno de los obispos todos los días”. También recordó que la relación de ese prelado con el Banco de Crédito Provincial, de Francisco Trusso, “es la misma que tenía (el hoy ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo) Beliz” con esa entidad.
“No habría respondido a las declaraciones de Aguer. Ese debate no ayuda, pero es una decisión política de la máxima autoridad política del país”, planteó el gobernador bonaerense, Felipe Solá, mientras que el senador radical Rodolfo Terragno opinó que “no puede ser que ante cada crítica (Kirchner) se sienta ofendido y salga a hacer réplica”.
El obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo, evaluó que “el Presidente, conociendo un poquito la trayectoria de Aguer, y algunas conductas que ha tenido él, que yo no comparto, lo ha descalificado con eso, pero no creo que sea un tema con la Iglesia”. De todos modos, consideró que “hay que cuidar un poquito la relación institucional para fortalecerla”.
El padre Luis Farinello expresó que Kirchner “tiene razón” y añadió que “Aguer representa una posición muy pero muy conservadora en la Iglesia. Estas declaraciones de Aguer se suman a las declaraciones que la derecha está haciendo. Están creando fantasmas en donde en realidad no los hay.”
Musto defendió al platense. “Es el presidente de Caritas La Plata y no necesita de la televisión para saber que hay pobres”, explicó el sacerdote y pidió “no asustarse cuando hay disenso en la democracia. Si la autoridad no se convence de eso, no sabe gobernar para la democracia.”