Distintos actores de la vida pública manifestaron ayer su adhesión a la propuesta de reestructuración de la deuda presentada por el Gobierno. Desde entidades del agro, pasando por diputados y senadores oficialistas, representantes del Grupo Fénix, hasta la CGT.
En un comunicado titulado “Argentina, un país más previsible”, la Confederación de Cooperativas Agropecuarias (Coninagro) afirmó que “la posibilidad de una solución es una buena noticia, porque a pesar de la mayor competitividad de nuestras producciones, la falta de crédito y el temor de los potenciales compradores externos afectaron seriamente la previsión de toda empresa agropecuaria”.
Por su parte, la CGT manifestó su apoyo porque las gestiones “apuntan a defender el interés nacional”. “Las tratativas son complejas y delicadas debido a la presión que seguramente van a promover los sectores afectados, pero millones de compatriotas sin trabajo y con salarios retrasados también son acreedores a un mejor destino”, enfatizó un comunicado firmado por el triunviro Hugo Moyano.
Desde París, el economista del Plan Fénix y actual directivo de Enarsa, Aldo Ferrer, afirmó que el canje presentado “es sensato, no hay otra negociación posible en las circunstancias en las que se encuentra el país”.
En tanto, un grupo de diputados y senadores oficialistas presentaron sendos proyectos de declaración en ambas cámaras. En el Senado, la propuesta fue hecha por el titular del bloque justicialista, Miguel Pichetto, y la santafesina Roxana Latorre. Los legisladores dijeron que la oferta constituye “una herramienta primordial para crear en el país una dinámica de desarrollo sustentable y útil para reinsertar a la Argentina en el escenario internacional”. Un proyecto del mismo tono fue presentado en Diputados por los justicialistas Humberto Roggero, Cristian Ritondo y Marina Cassese.