A fines del año pasado, un grupo de magistrados del fuero en lo penal económico estaban almorzando cuando sonó el celular de uno de ellos. La llamada provenía de Ezeiza y la realizó un oficial de la Policía Aeronáutica. A los encargados del control en el aeropuerto no les había llamado la atención un equipaje sino una pasajera, más bien una parte del cuerpo de una pasajera. Florencia Bulgarelli Maqueda, azafata de Southern Winds (SW), viajaba en un vuelo de la empresa, pero sin uniforme: se iba de vacaciones a Europa. Lo que llamó la atención de los policías fue el “exuberante” busto de la pasajera. Fue así que decidieron llamar al juez de turno, a quien le solicitaron autorización para revisarla. “No, voy para allá”, respondió el juez en lo penal económico Bernardo Vidal Durand. La joven, pariente lejana del ministro de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda, llevaba en su corpiño 700 gramos de cocaína. Fue detenida, y durante la investigación colaboró aportando datos que lograron la detención de dos miembros de la banda. A través de su defensora oficial, pidió que se le aplicara la ley del arrepentido. El juez no llegó a tanto y tampoco cambió la calificación de contrabando agravado, pero le dictó la falta de mérito. Además, reconoció su colaboración concediéndole la excarcelación con el argumento de que su actitud también sería tenida en cuenta por el tribunal que deba juzgarla en el futuro. Una alta fuente judicial comentó a este diario que Maqueda levantó el teléfono por su sobrina lejana. En diálogo con este diario, el ministro Maqueda reconoció su parentesco con la acusada. “Es hija de una prima segunda, de la rama mía de los Maqueda de Córdoba, a la que no conozco personalmente”, indicó, al tiempo que negó haber intercedido por ella cuando cayó presa. Florencia Bulgarelli Maqueda ya no trabaja como aeromoza para SW. “Era una linda chica, cordobesa...”, recuerdan sus ex empleadores. Una versión había indicado que es novia de Fernando Arriete, ex empleado de SW detenido en la causa de las valijas. Sin embargo, el juez Carlos Liporace aún no encontró relación entre ambos hechos.