El Gobierno y el Poder Judicial coincidieron ayer en bajarle el tono al cruce de declaraciones que se sucedieron la semana pasada por los cuestionamientos a los fallos que permitieron la excarcelación de la ex funcionaria María Julia Alsogaray y del empresario Omar Chabán. Las declaraciones para enfriar la polémica partieron del presidente Néstor Kirchner y del titular de la Corte Suprema de Justicia, Enrique Petracchi, quienes compartieron los actos de celebración por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.
Kirchner minimizó la seguidilla de réplicas entre funcionarios, dirigentes políticos y hombres de la Justicia, y planteó que “sólo hubo ciertos temas agudos que generaron opiniones diferentes”. Petracchi, por su parte, sostuvo que “no hubo pelea” con el Gobierno por su posición pública en varios fallos polémicos y afirmó que fueron “opiniones” diferentes. En la Catedral Basílica de Santiago del Estero, donde participó del Tedéum, Petracchi evaluó que “no es necesaria una reconciliación entre poderes porque no hubo pelea”. El ministro agregó que se trató de “una serie de opiniones” y prefirió destacar la representación de los tres poderes del Estado en el acto realizado en Santiago del Estero.
En ese sentido, Petracchi consideró que lo que “es para resaltar, ya que es lo importante, es la presencia de los tres poderes en el Tedéum”, que se realizó en la Catedral santiagueña, con la presencia del presidente Néstor Kirchner, gobernadores y dirigentes políticos nacionales y provinciales.
La polémica se había encendido tras la liberación del empresario Chabán, cuando el Gobierno salió a repudiar el fallo de la Cámara del Crimen, que le otorgó la excarcelación. Lo hizo en la voz de los funcionarios Alberto y Aníbal Fernández, y del mismo Kirchner. A las pocas horas, el ministro de la Corte Raúl Zaffaroni invocó la división de poderes y la falta de oportunidad de las expresiones oficiales. Lo siguieron luego Elena Highton y Carlos Fayt.