EL PAíS
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Voces de la corte
- Ricardo Lorenzetti: “Nosotros hemos considerado que hoy la sociedad estaba más madura para tener otra visión, evitar todo tipo de trabas al juzgamiento. El propio Congreso de la Nación –en una voluntad unánime– declaró la nulidad de las leyes, aunque técnicamente esto no sea lo correcto. Sí se demostró ahí que nuestra sociedad estaba madura para no aceptar algo que en el pasado pareció válido, como eran estas leyes de obediencia debida y punto final, para superar una transición democrática. Creo que heridas hubo, y en la medida en que no se aclararon los hechos, esas heridas persistieron. Justamente uno de los grandes interrogantes que uno se hace es: ¿por qué se necesitaba este fallo? Porque este tema siguió estando presente. Por un camino y por otro camino la gente si-guió con recursos judiciales, con manifestaciones de todo tipo. Es decir, que punto final no pudo poner un límite, un cierre. No es el fallo el que abre esto, sino el fallo lo que intenta ahora es decir: Bueno, hemos comprendido todos que el verdadero cierre, la verdadera sutura de las heridas se produce cuando quedamos de frente al problema, cuando lo discutimos, lo aclaramos, entonces liberamos aquellas cosas tan ocultas que tiene la sociedad argentina”.
- Carmen Argibay: “Si nos hemos comprometido a cumplir estos compromisos internacionales, tenemos que respetarlos y hacerlos efectivos. No sólo vale la firma y hacer la declaración bonita de que los tenemos y nada más. Su incumplimiento puede acarrear sanciones graves para el Estado argentino, a todo el Estado argentino le interesa que se cumpla con los tratados. Las investigaciones no se pueden suspender, hay que llegar a juicio. Después, lo que pase en el juicio es otra cosa, habrá una sentencia de condena o absolución. Nuestro compromiso es llegar a la investigación y hacer el juicio”.
Nota madre
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