Brasil anunció ayer que anticipará el pago de sendos vencimientos de deuda con el Fondo Monetario, por un total de 5120 millones de dólares. Los giros debían realizarse en septiembre próximo y marzo de 2006. La explicación formal de la administración Lula fue que se aprovechaban “las condiciones favorables de la balanza de pagos” para adelantar los pagos y así ahorrarse unos 82 millones de dólares. En la city, no obstante, le dieron otra lectura a la decisión. La mirada de los financistas apuntaba a la intención de Lula de dar una señal de fortaleza al mercado, en medio de la crisis política. Cabe recordar que Brasil no renovó su acuerdo con el FMI y se comprometió a abonar su deuda a medida que vaya venciendo.