EL PAíS
• SUBNOTA › RAID MEDIATICO DEL REMISERO ALFREDO SERRANO, AUTOR DEL VIDEO
La versión de la “venganza” personal
Aunque en un principio había asegurado que no recibió dinero para hacer la filmación en la que aparece manteniendo una relación homosexual con el ex obispo de Santiago del Estero, Juan Carlos Maccarone, el remisero Alfredo Serrano admitió ayer que un canal de televisión le pagó después a cambio del video, aunque no precisó qué emisora fue ni tampoco cuánta plata recibió. La contradicción y la imprecisión fueron el común denominador de las declaraciones que el joven realizó en su peregrinar por distintas radios porteñas, en las cuales insistió en que registró su encuentro íntimo con Maccarone por una supuesta promesa de trabajo incumplida por parte del prelado y porque “ya no aguantaba todas las cosas que él hacía conmigo o quería que yo le haga a él”.
En contraposición con la sospecha instalada de que en verdad fue parte de una maniobra destinada a poner fin a los días de Maccarone al frente de la diócesis santiagueña, desde que salió por los medios de comunicación a dar su versión de los hechos Serrano viene hablando de una “venganza” personal hacia Maccarone, y afirma que nadie le pagó para filmar el video en el que queda en evidencia la relación entre ambos. La misma explicación dio en sus nuevas apariciones públicas, pero, a diferencia de las anteriores, esta vez reconoció haber recibido dinero de un canal de televisión por la grabación.
Serrano no quiso dar cifras, y cuando le recordaron que en alguna de sus declaraciones había dicho que recibió 95 mil pesos, se enredó en una respuesta poco clara. “A mí –contó– me mintió una gente abogada que me llevaron a un medio, me hicieron un documento (que decía) que ellos me pagaron a mí, pero era para que yo me mueva para sacar a luz todas estas cosas.”
Lo que también rehusó revelar Serrano fue qué canal de televisión le pagó. El que está en la mira de todos es el 7 de Santiago del Estero, propiedad del empresario Néstor Ick, con quien el remisero negó tener vinculaciones. Aunque reconocieron que el joven recurrió allí, desde esa emisora no asumieron haber hecho pago alguno y salieron a desvincularse del asunto.
El periodista Rogelio Llapur, que lo entrevistó, aseguró que las autoridades del canal “observaron el video y el reportaje e inmediatamente ordenaron que eso se archivara en la caja fuerte del canal y que jamás se difundiría, atendiendo a que eran escenas realmente terribles”. También dijo tener la impresión de que “hay alguien por detrás del video. No puede ser exclusivamente este joven; no me da la sensación que tenga la capacidad para ser el autor intelectual y material de esto”.
Serrano también mencionó haber acudido a abogados –a los que tampoco accedió a identificar–, pero insistió en todo momento en que actuó solo y “por venganza” motivada en cuestiones personales. “El obispo Maccarone me engañó. Había prometido conseguirme trabajo y no cumplió, por eso decidí vengarme y lo filmé mientras teníamos un encuentro íntimo. No le tengo miedo a nadie. Soy bien católico”, relató, tras contar que asistía con frecuencia los domingos a misa en la catedral santiagueña y que su relación con el prelado se extendió por “casi cinco años”.
En esa misma línea, agregó que “yo le seguía el juego porque tenía esperanza de que me iba a conseguir trabajo para solucionar los problemas de mi vieja, pero no aguanté más las cosas que yo le hacía a él y que él me hacía a mí, aunque nunca ha habido penetración; eso lo quiero aclarar”. En tren de revelar detalles sobre su vínculo con Maccarone, explicó que “varias veces me llevaba al obispado mal, llorando; él me llevaba a la habitación y me decía que me iba a contener y a hacer gimnasia, y pasaban esas cosas”.
Nota madre
Subnotas