EL PAíS
• SUBNOTA › ANUNCIO DE LA ELECTRIFICACION DEL EX FERROCARRIL ROCA
“Esto no se arregla en dos años”
El anuncio de la electrificación del ex ferrocarril Roca tuvo un fuerte contenido político: Néstor Kirchner presentó la obra durante un acto que presidió en la Casa Rosada, con un discurso en el cual se propuso revertir el “proceso de desmantelamiento” que sufrieron los trenes a lo largo de la última década y media. La modernización del ex Roca implicará una inversión para el Estado de 491,3 millones de pesos. Está previsto que las obras finalicen hacia septiembre de 2007.
La electrificación se realizará sobre el tramo Plaza Constitución-Berazategui-La Plata. El mes que viene se licitarán las obras y las adjudicaciones se concretarán en febrero próximo. En 19 meses se debería inaugurar el nuevo servicio. Ricardo Jaime, secretario de Transporte, precisó que el tiempo para cubrir el trayecto entre Constitución y La Plata se reducirá de los 70 minutos actuales a 52. Y que además habrá menos polución ambiental y sonora. Las obras incluyen la instalación del sistema aéreo de alimentación de energía eléctrica (Catenaria) para ambas vías principales; la instalación de barreras automáticas, una nueva red de telecomunicaciones, la elevación de andenes, la construcción de refugios y cerramientos y nueva iluminación.
Cuando en septiembre de 2007 el proyecto llegue a su fin, se habrán electrificado 70 kilómetros de vías. Algo más de lo que se vino realizando desde que Raúl Alfonsín presidió la Argentina: en los últimos 20 años se electrificaron nada más que 55 kilómetros.
En este contexto, Kirchner eligió un discurso de alto voltaje político para presentar el proyecto. Primero recordó la frase de Carlos Menem (“Ramal que para, ramal que cierra”) e hizo hincapié en el desprecio que la clase dirigente que gobernó durante los últimos años tuvo hacia el tren. “Durante mucho tiempo se fue estructurando la idea de que la Argentina podía vivir sin ferrocarriles. Se permitió destruirlos y esto no se puede arreglar ni en dos minutos ni en dos meses ni en dos años ni con ataques de histeria”, señaló el jefe de Estado.
La fervorosa defensa del servicio público hecha por el Presidente coincidió con la polémica generada por los subsidios que el Estado otorga a los concesionarios privados, a pesar de la pésima gestión que realizan. Kirchner tuvo una respuesta a la degradación del sistema ferroviario. “Nos pasó porque el Estado se desatendió de lo que no debía desatenderse; porque no hizo las inversiones públicas que había que hacer”, apuntó.
En el Salón Sur de la Casa de Gobierno, el jefe de Estado relacionó la realidad de los trenes al “proceso de vaciamiento que vivió la Argentina”, especialmente durante la década del ’90. Y cerró su alocución admitiendo que el servicio ferroviario seguirá siendo “deficiente” cuando termine su gestión, pero “va a ser bastante mejor que ahora”.
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