La Sala B de la Cámara en lo Penal Económico le volvió a decir al juez Julio Speroni: no es Domingo Cavallo el que estuvo en el centro del contrabando de armas a Ecuador y Croacia, son los riojanos: Erman González, Emir Yoma, el riojano adoptivo Luis Sarlenga y, en primer lugar, Carlos Menem. Hace rato que la Cámara le viene insistiendo al juez que cite a indagatoria al ex presidente con lo cual éste debería quedar detenido.
En el fallo de ayer, el punto neurálgico de esta línea de pensamiento está en lo que dice sobre la participación de los ministerios. La Cámara sostiene que participaron el de Defensa, el de Economía y el de Relaciones Exteriores, pero justamente asegura que esos tres ministerios no tuvieron la misma participación, por más que los ministros hayan firmado los decretos por igual. El Tribunal insiste en que la clave estuvo en Defensa: desde allí partió la iniciativa para el contrabando de armas y en esa cartera es que se armó todo.
Siguiendo esa óptica, lo que los camaristas dicen es que la mira debe estar puesta en la línea riojana, con Erman como ministro, Luis Sarlenga a cargo de Fabricaciones Militares, Emir Yoma cobrando 400.000 dólares como parte de la intermediación y Carlos Menem como jefe. Sarlenga fue mantenido en su puesto por orden del ex presidente, Emir Yoma tenía el poder que tenía por ser el cuñado presidencial y Erman siempre fue un ladero fiel del mandatario. Este es el concepto que está detrás de buena parte de las resoluciones de la Cámara y que Speroni se empeña en desoír. Le insisten en que cite a Menem y el magistrado no da ese paso.
Algunos creen que Speroni es un juez hosco que no da el brazo a torcer y que está en plena pulseada con la Cámara. Sucede que los abogados de Carlos Menem iniciaron una embestida contra ese tribunal y ahora la Cámara de Casación es la que debe decidir si aparta a los doctores Hornos, Pizzatelli y Gravibker del caso armas o si rechaza la petición de los representantes del ex presidente. ¿Cuál sería la razón para apartar al tribunal? Sólo una: que en sus reiterados fallos ha insistido una y otra vez en que debe profundizarse la investigación “hacia arriba”, es decir hacia Menem.
Todo indica que Speroni está esperando a ver qué resuelve la Cámara de Casación. Si confirma a la Sala B, el juez no tendrá otro camino que citar a Menem a indagatoria y volver a detenerlo. Si Casación cede al pedido del ex presidente, lo más probable es que el caso quede impune. La línea riojana se habrá salido con la suya.
En ese caso, quinientos camiones de armas sacados a países a los que no fueron los envíos, unos ciento veinte millones de dólares que se evaporaron por el camino, la burla a los compromisos de paz que había firmado el país, todo se habrá hecho casi sin costo alguno para los culpables.