La acción de Repsol YPF soportó ayer un nuevo derrumbe en su cotización. Esta vez, la caída fue del 5,2 por ciento, que se suma al 7,6 por ciento de quebranto de la jornada anterior. En la Bolsa de Madrid, el retroceso fue del 3,1 por ciento. La baja no impidió que la Bolsa de Buenos Aires registrara un nuevo record. Ese contraste se debe a que muy pocos papeles de la empresa española quedaron repartidos entre inversores. El otro castigo que sufrió la compañía fue la rebaja de su calificación, anunciada simultáneamente por las tres principales calificadoras de riesgo. La catarata de malas noticias ocurre después de que Repsol YPF anunciase un ajuste del 25 por ciento de sus reservas. El deterioro en la calificación implicará, por ejemplo, que a la empresa se le encarecerá el financiamiento ya que ahora es percibida con mayor riesgo crediticio. La rebaja de la nota fue adoptada por las tres principales calificadoras internacionales: Moody’s, Ficht y Standard & Poor’s.