Como muestra de la voluntad política del nuevo gobierno, el titular interino de YPFB, Jorge Alvarado, señaló ayer que este año “se recuperarán 55 estaciones de servicio que pertenecen a la empresa estatal y que fueron entregadas como botín político”, como comienzo de una “política revolucionaria” de la otrora poderosa petrolera estatal. Plan que incluye la recuperación de las refinerías Valle Hermoso y Palmasola que están en manos de la brasileña Petrobras, lo que involucrará negociaciones económicas y políticas.

Se espera para la próxima semana una definición de la estrategia petrolera del flamante gobierno, que promoverá ajustes en los precios de venta de gas a Argentina, regidos hasta ahora por los acuerdos “solidarios” entre el ex presidente Carlos Mesa y Néstor Kirchner, aceptados en su momento por Evo Morales y rechazados por su ahora ministro de Hidrocarburos, Soliz Rada.