Después de estrellar los platos contra el piso, cada uno de los sectores ganaderos que confrontaron con el Gobierno analiza qué hacer con los pedazos. Los más duros, enrolados en Carbap, amenazan con medidas de fuerza que tendrían un fuerte impacto sobre los consumidores. La Sociedad Rural, en cambio, decidió apartarse de ese sector y ayer propuso retomar el diálogo con el Ejecutivo. Pero dejó expuesta una nueva demanda: que las negociaciones sean directamente con Néstor Kirchner y Felisa Miceli, lo que equivale a pedir la renuncia del secretario de Agricultura, Miguel Campos.

No fue ese funcionario quien ayer se refirió a la pelea con la industria de la carne, sino el subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza. Su intervención en este contexto no dejó de llamar la atención, dado que es conocido su enfrentamiento con Campos. Más allá de las internas en la Secretaría, lo que dijo De Urquiza es que los productores tienen que mostrar “cordura”. “Más allá de rentabilidades, todos los que tenemos una responsabilidad dirigencial no podemos pensar en chiquitito”, exhortó. Luego sostuvo que a los dirigentes agropecuarios “se los ve muy inflexibles cuando hoy la realidad del campo transita por una etapa muy positiva”.

El vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, prefirió no seguir tensando la cuerda. Dijo que la entidad está dispuesta a retomar el diálogo “inmediatamente”. “Nuestra idea es trabajar en la misma línea con la ministra y el Presidente, para aumentar la oferta de carne y solucionar el problema de los precios”, señaló. Luego remarcó que “es obvio que en altas esferas del Gobierno creen que borramos con el codo lo que escribimos con la mano, y eso es absolutamente falso”. Y completó, enviando un mensaje sobre el malestar con Campos: “El Presidente no ha estado enterado ni convenientemente asesorado sobre este desagradable episodio”.

Dos aliados de Néstor Kirchner, voceros indirectos del pensamiento del gobierno nacional, intervinieron en la disputa. El gobernador bonaerense, Felipe Solá, sostuvo que “hay una lucha contra la inflación que debe ser apoyada por todos los sectores”. Y señaló que esto “implica también algún grado de renunciamiento de tener precios que estén muy por encima del nivel general”. Por su parte, José Alperovich, gobernador de Tucumán, calificó a los ruralistas de “especuladores” y “poco solidarios”.