Roberto Lavagna aprovechó la polémica por los superpoderes para diferenciarse otra vez del Gobierno. “Me llama la atención este cambio de rumbo”, dijo el ex ministro de Economía, tras remarcar que el Presupuesto 2006 que presentó antes de abandonar ese cargo no contemplaba esas facultades extraordinarias. También cuestionó una vez más el vínculo de Néstor Kirchner con el venezolano Hugo Chávez y advirtió que el Estado no debe “perder el tiempo” en acciones empresarias.

En el marco de su estrategia de posicionarse con miras a una eventual candidatura presidencial en 2007, Lavagna volvió a distanciarse de la administración kirchnerista. Ayer se sumó a la oposición en contra de los superpoderes. “Siendo ministro de Economía, el 15 de septiembre de 2005, hice presentar el Presupuesto del año 2006 sin esos poderes especiales, por entender que había pasado la etapa más difícil de la crisis. Me llama la atención este cambio de rumbo que se produce solicitando nuevamente esas facultades, pero ahora con carácter indefinido”, subrayó.

Lavagna evaluó también que “el Estado tiene que dar prioridad a lo que se llama bienes públicos fundamentales, que son la educación, los temas sociales y de salud, la seguridad y la construcción de instituciones democráticas” y disparó otra crítica al Gobierno: “No debe perder el tiempo en la distribución del agua, en tener un pedazo de mostrador en un aeropuerto o en tener un asiento en un avión, como ha venido ocurriendo con algunas de las decisiones de tomar participaciones en empresas privatizadas”. Agregó que “el Estado no tiene ni toda la plata ni toda la capacidad ejecutiva que hace falta para ocuparse de todos los temas”.

“No creo que le convenga a la Argentina que se la confunda, ni en el plano financiero ni en el plano político, con Venezuela”, declaró Lavagna y mencionó la posibilidad de que Chávez “pretenda pasar por encima de los socios originales” del Mercosur a partir de la incorporación de su país al bloque. Alertó que su “primera propuesta es esta fuerza militar de América del Sur, de la cual el presidente Lula de Brasil y Tabaré Vázquez de Uruguay tomaron una clara distancia” y añadió: “Me gustaría ver que también la Argentina tome una clara distancia en este tema porque hoy no es prioritario para nosotros, ni como país ni como Mercosur”.