En noviembre del año pasado, a la Cumbre Iberoamericana el rey Juan Carlos se había llevado un radar portátil como parte de su seguridad. El presidente Néstor Kirchner no dejó pasar la ocasión y le hizo una broma, que en el fondo era una sugerencia en serio: “Ya me vas a prestar ese radar”, le dijo. Con el problema de la (in)seguridad aérea a cuestas, Alberto Fernández se reunió ayer en Madrid por el asunto del radar con Juan Manuel Herrera Sánchez, jefe de asesores del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y ex secretario de Defensa. Conclusión: la semana que viene España mandará a la Argentina un radar 3D. Es un radar de control aéreo que sirve para monitorear la aviación comercial. Fernández estuvo también con David Tawaes, que será el sucesor del asesor económico del gobierno español, Miguel Sebastián, que se postula para ser alcalde de Madrid.

Encaminada la apertura del diálogo con Uruguay por el conflicto en torno de la instalación de la pastera en Fray Bentos, el jefe de Gabinete completó la agenda del día con otro de los temas pendientes en Buenos Aires: la seguridad aérea. Desde que colapsó el radar de Ezeiza por la caída de un rayo, el tema de las condiciones en las que se realiza el tráfico aerocomercial centró la atención de los pasajeros en todo el país. El alquiler de un radar fue uno de los paliativos decididos por el Gobierno para contrarrestar la andanada de críticas.