- Gerardo Morales (presidente de la UCR): “Es un acto de estricta justicia, aunque tardío. Lo lamentable es que haya gozado de tanta protección e impunidad, de Néstor Kirchner y de su comisario político, Alberto Fernández. Sea o no ministra, la Justicia debe actuar a fondo con Felisa Miceli y esclarecer lo sucedido durante su gestión, tanto con la bolsa como con el pretendido pago al Grupo Greco, que nosotros frenamos en el Senado”.

- Elisa Carrió (candidata a presidente por Coalición Cívica): “Es una caída por lisa y llana corrupción”.

- Jorge Sarghini (diputado lavagnista): “Por cómo se dieron los hechos y por cómo fueron las primeras explicaciones, esto debería haber sucedido hace varios días. Sin que implique prejuzgar, porque para eso está la Justicia, desde la seriedad política tendría que haber renunciado apenas se conoció el hecho”.

- Eduardo Macaluse (jefe del bloque de diputados del ARI): “Es insostenible una ministra que tenga que ir de la mano del Presidente a todos los actos para demostrar que tiene respaldo. De esta manera el Presidente actúa como un ministro cuando la lógica indica que tendría que ser exactamente al revés. En la Argentina la plata negra nos pasa por las narices y nadie da explicaciones”.

- Rubén Giustiniani (senador y presidente del Partido Socialista): “Después de semejante disparate como el de encontrar un fajo de dinero en el baño del despacho, es absolutamente lógico que la ministra haya renunciado. El gobierno nacional debe reflexionar acerca de la discrecionalidad y la falta de transparencia en los dineros públicos que termina, como lo enseña la historia reciente, con episodios de esta naturaleza. Estos hechos seguirán sucediendo si no se revierte la práctica de los fondos fiduciarios y el manejo de los fondos extrapresupuestarios”.

- Francisco de Narváez (diputado y candidato a gobernador bonaerense): “Queda claro que la ministra Miceli no renunció por amor a la verdad ni por conciencia de la equivocación cometida, sino únicamente por el peso de la opinión pública. También quedó claro que el Gobierno, que al comienzo quiso sostenerla, terminó dejándola caer no por convicción sino porque no tuvo más remedio”.

- Claudio Lozano (diputado nacional, CTA): “Hasta el momento teníamos un gobierno que acumulaba reservas y excedentes fiscales pero que a la hora de hablar de distribución del ingreso no se le caía ni una moneda. Desde el caso Skanska parece que las monedas sólo se caen para el lado de los funcionarios. Es un claro signo de deterioro político, pero estaríamos errando a la discusión si debatimos sólo sobre las conductas individuales de los funcionarios en lugar de atender las políticas que lleva adelante este gobierno”.

- Miguel Bonasso (diputado y candidato de Diálogo por Buenos Aires): “Siempre fui partidario de que ante cualquier hecho posible o presunto de corrupción se lo investigue hasta las últimas consecuencias. En la democracia argentina tenemos un problema muy serio, que es la falta de credibilidad de la dirigencia política. Es sugestivo que todas las que aparecen denunciadas sean mujeres precisamente cuando este jueves una mujer se lanza como candidata a la Presidencia. Hay algún aire de misoginia por ahí o una operación encubierta de algún poder que no es el del Estado”.

- Adrián Pérez (diputado del ARI): “No quedaba otra cosa que la renuncia. Parece que todas las argumentaciones del Gobierno para tratar de tapar los hechos de corrupción, con el transcurso de la investigación, quedaron en el aire y se va develando la verdad. El Gobierno intentó disminuir el hecho con sus discursos de que venía a luchar contra la impunidad pero queda claro que, en las distintas áreas, hay corrupción”.

- Eduardo Curia (economista): “Estas circunstancias son lamentables. Me da la sensación de que no habrá cambios en la política económica. Es un fenómeno personalizado. Supongo que todo va a seguir tal cual”.