Los macristas quieren manejar la seguridad en la ciudad de Buenos Aires y salieron a apurar al Gobierno con el traspaso de la Federal porque, de ser posible, a Mauricio Macri le gustaría conducir su propia fuerza policial desde el primer día de su mandato. La promesas de luchar contra la inseguridad y ordenar las protestas callejeras fueron ejes de su campaña y el empresario sabe que nada podrá hacer al respecto si no tiene las riendas de la policía. Sin dar mayores precisiones, en el macrismo piden hacerse cargo de las áreas encargadas de la seguridad metropolitana y 700 millones de pesos para financiar su funcionamiento.

Así como en el oficialismo, en el macrismo también circulan trabajos que detallan cómo se integra la Federal y qué servicios reclamar que sean transferidos a los porteños. En las filas del electo jefe de Gobierno evalúan el traspaso de unos 15 mil efectivos y 700 millones de pesos.

“Pensamos en un esquema que incluye la mayoría de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana, la Dirección General de Policía Comunitaria, las áreas de investigación de delitos no federales, las áreas periciales y todo lo de bomberos, salvo los servicios asignados a los aeropuertos”, confió a Página/12 un estrecho colaborador de Macri, que no quiso avanzar en mayores detalles: “No vamos a revelarle nuestro juego al Gobierno por los diarios, cuando ni siquiera aceptan sentarse a una mesa a conversar de la transferencia”, se excusó. Un punto no menor es que la Guardia de Infantería y la Montada entra en los planes del macrismo, pero no en los del kirchnerismo.

La condición que los macristas ponen para cualquier hipótesis de traspaso es que los servicios lleguen con sus partidas presupuestarias. “Queremos asumir la responsabilidad de manejar la seguridad porque la ciudad puede proveer un servicio mucho mejor que el actual, pero con los recursos correspondientes”, aclaró Eugenio Burzaco.

El diputado macrista asesora desde siempre en temas de seguridad a Macri, quien puso a trabajar además en el asunto al también diputado Cristian Ritondo. El manejo más político de la cuestión corre por cuenta de otros dos miembros del bloque del macrismo en la Cámara baja: su titular, Federico Pinedo, y Paula Bertol, quienes abrieron un canal de diálogo con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.