Uno echó a otro, pero es mérito de ambos haber liquidado el liderazgo de Carlos Menem en su pago chico. Angel Maza y Luis Beder Herrera compartieron su cuna menemista pero, con estilos diferentes y en distintos momentos políticos, contribuyeron para minar de manera determinante el poderío territorial que el ex presidente había logrado mantener bastante más allá de su doble mandato.

“La Rioja todavía lo necesita, es un hombre de ley”, dijo Maza en un acto, tres días después de haber derrotado a Menem en su puja por la primera banca de senador, en octubre de 2005. A su lado estaba quien aún era su vice, Luis Beder Herrera, que no se quedó atrás. “Es un grande de la política”, acotó. Pero el portazo con el menemismo lo habían dado varios meses antes.

Beder Herrera –el hábil operador de bajo perfil, apodado “el diablo” por sus enemigos y elogiado por “tener códigos” entre la tropa propia–, ingresó en 1986 al Legislativo provincial de la mano de Maza en representación de su pueblo, Famatina. Siempre estuvo más cerca de Eduardo que de Carlos Menem. Separado de su mujer, con dos hijos, de origen árabe, estudios de Derecho y pasión por Boca Juniors, el “Beder”, como también lo llaman, ocupó el cargo de gobernador que dejó Menem cuando asumió su primera presidencia. Luego fue vicegobernador del menemista Bernabé Arnaudo y lo terminó enfrentando junto a Angel Maza. En los turbulentos días de 2002 llegó a ser vicejefe de Gabinete del efímero presidente Adolfo Rodríguez Saá, por instrucción de los Menem y Maza. La historia reciente lo colocó como vicegobernador de este último durante tres períodos, y lo noqueó en marzo a través de un expeditivo juicio en la Legislatura. “Me conservo a puro instinto”, dijo al sentarse en el sillón de Facundo Quiroga.

Néstor Kirchner ya era presidente cuando, a mediados de 2003, Menem empezaba a experimentar los preludios de su inevitable exilio político y Beder Herrera decidió acompañarlo a algunos actos porque consideró que “sería ingrato olvidarlo”, al mismo tiempo que aclaraba que había que tener relaciones maduras con el gobierno nacional porque “todos somos peronistas”.

Quienes conocen los laberintos de la política riojana aseguran que él fue el verdadero arquitecto del esquema que le permitió a Maza ganarle a Menem en las elecciones legislativas de 2005. A fines de 2004 el entonces gobernador de La Rioja se alineó con Kirchner porque sostenía que la Nación estaba asfixiando económicamente a esa provincia. “No me alcanza el tiempo para inaugurar todas las obras que nos manda”, festejó un año después.

“Hubo un tiempo en que eran todos amigos pero terminaron devorándose entre sí”, comentó sobre este escenario alguien que supo verlos a todos a la misma mesa. Beder disfrutará hoy los resultados de sus cuidadosos tejidos mientras que el ex presidente buscará consuelo en los brazos de Zulemita y Carlitos Nair.