EL PAíS • SUBNOTA
La acción de Daniel Varizat, las protestas y la marcha de ayer plantean, en caliente, las dudas sobre el efecto que tiene la crisis santacruceña en la elección de gobernador del 28 de octubre y en los comicios presidenciales de ese mismo día. Respondieron a la consulta de Página/12, Analía Del Franco, de Analogías; Rosendo Fraga, del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría; Manuel Mora y Araujo, de Ipsos-Mora y Araujo; Roberto Bacman, del CEOP, y Hugo Haime, de Haime y Asociados.
› Por Raúl Kollmann
¿Qué efecto tiene lo ocurrido en Río Gallegos sobre la elección a gobernador de Santa Cruz?
Analía Del Franco: “Estamos encuestando en Santa Cruz todos estos días. En función de lo que observamos, desde el punto de vista electoral no vemos cambios: el Frente para la Victoria, ya sea con Alicia Kirchner como con el gobernador Daniel Peralta duplica en intención de voto a cualquier otro candidato. O sea que hasta el momento no percibimos alteraciones en comparación a lo que medimos hace dos semanas. Repito, hasta el momento. Un factor de importancia es que no hay adhesión a los dirigentes gremiales que protagonizan la protesta ni a los líderes de izquierda. Tampoco hay una adhesión en este terreno al obispo Romanín. Al mismo tiempo la mayoría de los encuestados apoya los reclamos, cuestiona a los funcionarios, pero eso no transforma el voto. Por ejemplo, hasta el momento no percibimos crecimiento en la intención de voto del principal candidato opositor, el radical Eduardo Costa. Ni siquiera hay unanimidad sobre el hecho protagonizado por Varizat: una parte piensa que actuó en forma brutal, pero otros creen que se asustó y hay una proporción que no se define. Como ha ocurrido con otros hechos, lo de Santa Cruz le da mayor espacio a la oposición y le permite precisar o mejorar su discurso. Creo que hay que seguir viendo cómo evoluciona la opinión de la gente”.
Rosendo Fraga: “Hago un diagnóstico teniendo en cuenta que hay que esperar un poco la evolución. Yo creo que en Santa Cruz mismo sí puede haber un efecto fuerte. El oficialismo está sin un candidato claro y definido y el peronismo está dividido debido a la ruptura de Sergio Acevedo. Al mismo tiempo, la UCR vive cierta renovación y la candidatura de Eduardo Costa es un dato novedoso en la política santacruceña. Además, unifica de cierta manera la oposición”.
Roberto Bacman: “No puedo evaluar si los hechos cambian la situación electoral. A primera vista diría que son más ruidos que nueces, pero hay que mirarlo con detenimiento. Vamos a volver a hacer mediciones en las próximas semanas”.
Manuel Mora y Araujo: “Dentro de Santa Cruz, Río Gallegos es una especie de enclave. Es una provincia geográfica y demográficamente muy dispersa. Una cosa es la capital, con una proporción elevada de empleados públicos y esos niveles de protesta. Y otra cosa son los petroleros, los pesqueros y las demás localidades de la provincia. El kirchnerismo ha ganado varias veces, perdiendo en Río Gallegos. Hemos visto un dinamismo propio en cada lugar. De todas maneras la crisis prolongada y la renovación en el radicalismo con la candidatura de Costa pueden impulsar a la UCR hacia arriba”.
¿Cómo afectan los hechos de Santa Cruz a la elección nacional?
Rosendo Fraga: “En mi opinión no la afectan, básicamente porque no se alteran los tres elementos que le permiten ganar al oficialismo en primera vuelta. El primero es el sistema electoral. Se requiere un piso muy bajo, del 45 por ciento de los votos válidos o del 40 por ciento con diez puntos de diferencia con el segundo. Si tuviéramos el sistema francés, que requiere del 50 por ciento de los votos para que no haya ballottage estaríamos hablando de algo distinto. El segundo elemento que no se altera es la división, casi diría la atomización de la oposición. Y el tercer elemento es la diferencia importantísima que logra la propuesta oficial con Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. Como esos tres factores no se alteran con lo de Santa Cruz, no veo que se altere la elección nacional”.
Manuel Mora y Araujo: “No veo que afecte la elección nacional. Si bien se trata de la provincia del Presidente, la gente no saca ese tipo de conclusiones ni se produce un impacto significativo”.
Hugo Haime: “Como venimos diciendo desde hace un tiempo, estos hechos influyen en la imagen del Gobierno, no en la intención de voto. La semana pasada, el Ejecutivo generó dos buenas noticias: el aumento a los jubilados y el anuncio de que la desocupación es de un dígito. Esos hechos empujan hacia arriba la imagen y cosas como la ocurrida en Santa Cruz afectan la opinión de la gente”.
Roberto Bacman: “Es difícil de evaluar. Nadie niega que la acumulación de problemas produce movimiento en las imágenes, pero sigo sin ver cambios en el voto. Además, el oficialismo tiene un margen muy grande, una ventaja muy amplia respecto de una oposición, que no tiene un liderazgo. En todas las encuestas, incluyendo las nuestras, Cristina está por encima del 45 por ciento. Si se sigue enrareciendo el clima puede haber cambios, pero hasta el momento no es así. Por ejemplo, después del affaire de la valija nosotros tenemos una baja de dos puntos en la imagen, pero ninguna alteración en la intención de voto”.
Analía Del Franco: “A nivel nacional puede impactar, pero siempre entre aquellos que no tienen intención de votar al oficialismo. Son más argumentos para los que quieren votar a otro. En el resto de la gente, no es un impacto tan fuerte como para cambiar el voto. En la balanza del elector sigue pesando más lo positivo de Kirchner, no quiere cambiar porque está relativamente bien así, compara con años anteriores y no ve una alternativa en la que crea o que piense que le va a mejorar las cosas”.
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