“Es una responsabilidad del Estado garantizar el cumplimiento de la ley. Sin una reglamentación de los abortos no punibles previstos en el Código Penal ha quedado demostrado que no se cumplen y eso significa una discriminación hacia las mujeres”, consideró el copresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y obispo emérito de la Iglesia Metodista Argentina, Aldo Etchegoyen, en declaraciones a Página/12.

El pastor está indignado con el tratamiento que ha tenido en la Justicia entrerriana la joven de Paraná que tiene una severa discapacidad mental y resultó embarazada en un abuso sexual. “No hay que ser hipócrita: si su familia hubiera tenido los recursos económicos para pagar un aborto en la clandestinidad como se hacen tantos abortos en la Argentina, no estaríamos discutiendo nada y el caso no hubiera trascendido públicamente”, señaló. Para evitar situaciones como la que está viviendo la adolescente MCF, de 19 años, que apenas balbucea y tiene dificultades para controlar esfínteres, Etchegoyen marcó la necesidad de una reglamentación de la atención médica de estos casos por parte del Estado, para que no se judicialicen.

–Cada vez que se traba el acceso a un aborto no punible previsto en el Código Penal, sectores vinculados a la Iglesia Católica o la misma jerarquía eclesiástica ponen por delante el derecho a la vida del feto antes que el de la mujer. ¿Usted que opina?

–No quiero opinar porque no soy católico. Yo personalmente enfatizo la enorme importancia que tiene una responsable educación sexual que lleve a prevenir el gran problema del aborto. No se puede hablar de aborto sí o aborto no cuando en Argentina se hacen miles de abortos clandestinos al año y ése es un buen negocio. Nos debemos un estudio integral del tema. Pero como primer paso, es imperiosa la reglamentación de los abortos ya previstos en la ley.