El proyecto del diputado Gerardo Conte Grand consta apenas de dos artículos. El segundo es el sustancial. Allí es donde se esconde esta variante de elecciones presidenciales a través del sistema de lemas. Una variante hecha a medida para las actuales necesidades (y carencias) del peronismo.
El artículo primero autoriza a los partidos políticos y alianzas o frentes electorales presentar más de una fórmula presidencial.
El artículo segundo, señala que “en el caso de que ninguna de las fórmulas presidenciales alcanzara los porcentajes establecidos en los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional, la segunda vuelta prevista en el artículo 96 se realizará entre las dos fórmulas más votadas, de los dos partidos o alianzas que hubiesen obtenido el primer y el segundo caudal electoral, según la sumatoria de votos de sus distintas fórmulas. Competirán en la segunda vuelta la fórmula más votada del partido o alianza que hubiese obtenido el primer caudal electoral y la fórmula más votada del partido o alianza que hubiese obtenido el segundo caudal electoral”.
Si bien Conte Grand rechaza cualquier comparación con el sistema de lemas, cuando se traduce su propuesta a un ejemplo concreto, las diferencias no son siderales. Por ejemplo: El PJ con cinco candidatos sume un caudal de votos que llegue al 45 por ciento. Sin embargo, el postulante más votado obtuvo el 16 por ciento. Este sería el ganador del partido Justicialista. La UCR suma el 15 por ciento, y su postulante mejor ubicado consigue apenas el 8 por ciento. El ARI, que como todo indica llevaría una sola fórmula, consigue el 14 por ciento como partido y su única candidata, consecuentemente, también el 14 por ciento. De acuerdo con lo que plantea el proyecto de Conte Grand, competirían en el ballottage el PJ y la UCR porque estos últimos en la sumatoria consiguieron más votos que el ARI. Es decir los partidos grandes suman más porque transforman en potencia sus divisiones. Cada fracción suma para el conjunto.
La diferencia con la ley de lemas es que el proyecto Conte Grand no permite que un candidato que obtenga menos del 45 por ciento gane en primera vuelta, aunque su partido totalice ese porcentaje.