Muchas veces nos dijimos que si no se pone a resguardo del olvido lo inconcluso del pasado no podemos construir el país por el cual lucharon los 30.000 desaparecidos. Porque si hay impunidad sólo se genera más impunidad.

Y desde hace 14 años estamos en ese camino, luchando por el Juicio y Castigo. Para que los genocidas, cómplices e ideólogos vayan a cárceles comunes, con condenas perpetuas y efectivas, para que los 400 jóvenes que continúan apropiados conozcan su identidad, para que podamos saber qué hicieron con cada uno de los desaparecidos, para que los sueños de los compañeros y compañeras sean una realidad y tengamos un país para todos y no para unos pocos.

Todos somos hijos e hijas de la misma historia. La misma que nos da alegrías con las victorias y la misma que nos impulsa a seguir luchando por las pérdidas. Y cuando decimos la misma historia decimos que si los represores hubieran sido juzgados y condenados a tiempo, Jorge Julio López no estaría desaparecido, que si hubiera sido desmantelado todo el aparato represivo de la dictadura no habría gatillo fácil, que si se condenara a los asesinos del pueblo, Kosteki y Santillán no habrían sido asesinados y Fuentealba fusilado. Porque la historia es una, pero podemos luchar por cambiarla. Podemos retomar las banderas de nuestros padres y sus compañeros para luchar contra este modelo económico, político y social que hambrea a muchos y enriquece a pocos. Por eso decimos que la lucha sigue. Porque los hijos, las Madres, las Abuelas y el resto de la sociedad ya dijo nunca más: nunca más torturas, robo de niños, censura, vuelos de la muerte, y a su vez seguimos diciendo siempre más: siempre más vida, más compromiso, más lucha, más solidaridad, más encuentros.

Hoy estamos siendo parte de la recuperación de los espacios que hace más de 30 años eran Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio. Hoy, gracias a lucha de los vecinos, los familiares y sobrevivientes son espacios para la promoción de la memoria. Estamos llenando de vida y lucha los lugares que eran de muerte.

En H.I.J.O.S. nos encontramos hijos de desaparecidos, asesinados, exiliados, ex detenidos-desaparecidos y ex presos políticos junto a otros hijos de la misma historia. Y todos estamos en esta lucha, reconstruyendo los tejidos sociales que rompió la dictadura con su represión y su “no te metás”. Hoy, a más de 30 años de ese intento de callar todo proyecto de resistencia, estamos juntos, haciendo entre todos el Juicio y Castigo. Porque tenemos heridas, porque queremos Justicia, porque tenemos memoria y sabemos que lo imposible sólo tarda un poco más.