Por Claudia Regina Martínez *
Desde Madrid

Una historia de amor entre personas con realidades ideológicas, sociales y vitales radicalmente distintas es lo que el director español Gerardo Vera se propuso contar en Deseo, protagonizada por el argentino Leonardo Sbaraglia y la española Leonor Watling. La historia se ambienta en Madrid, en 1945, en la dictadura de Franco. Elvira (Watling), una hija de comunistas cuyo marido está preso, trabaja de sirvienta en casa de Pablo (Sbaraglia), un argentino-alemán involucrado en un entramado de espionaje nazi en España. Entre los dos surge una pasión a la que se entregan conscientes de que tiene los días contados.
“Me interesaba que el público se zambullera en una historia de amor entre dos personas de mundos irreconciliables”, explica Vera. “Pero, por otro lado, también quería contar cosas que no se saben, como las tramas que se organizaron al final de la Segunda Guerra para que jerarcas nazis pudieran escapar a la Argentina, algo que nunca se trató en el cine español”, añadió. “Como argentino, me pareció una historia importante de contar porque muchos argentinos no la saben. Hay mucha ignorancia sobre lo que hizo con el tema de los nazis (el ex presidente argentino Juan Domingo) Perón y está bien que la gente se entere”, explicó Sbaraglia.
Vera, director de Segunda piel y La Celestina, destacó que su intención era presentar al personaje del nazi argentino-alemán desde un punto de vista humano. “Quería mostrar cómo alguien con esas connotaciones negativas viaja hacia la ternura y la pasión, y cómo finalmente le sale el ‘killer’ de dentro. Queríamos evitar el estereotipo. Leonardo es un actor con un registro amplísimo y refleja todas esas contradicciones”, agregó. El actor asegura que se documentó mucho para trabajar su personaje, e incluso aprendió algo de alemán. “El, para sí mismo, cree que está defendiendo algo positivo y cree que si para conseguir ese mundo perfecto que persigue hay que matar a millones de personas, hay que matarlas.”
La guionista Angeles Caso, Premio Fernando Lara de Narrativa por la novela Un largo silencio, subrayó que no quería retratar a un nazi prototípico. “Cualquiera de nosotros puede convertirse en un monstruo en un determinado momento. Parece que el amor debe protegernos del mal que llevamos dentro, pero no es así.” Como ejemplo, Sbaraglia citó a los militares argentinos, “que media hora después de torturar a alguien acariciaban a sus hijos”. El personaje de Watling, que protagonizó Hable con ella, de Almodóvar, y Son de mar, de Bigas Luna, va rompiéndose por dentro. “Se enamora porque no piensa que es un nazi. Sabe que está mal, pero no se puede resistir.”
El reparto de Deseo, que se estrena en España la semana que viene, se completa con Cecilia Roth en el papel de cómplice de Pablo, Ernesto Alterio, hijo de Héctor, como el marido de Elvira, y María Vázquez como su hermana. Además, Vera cuenta con consagrados como los españoles Rosa María Sardá y Emilio Gutiérrez Caba y la argentina Norma Aleandro. Sbaraglia manifestó su satisfacción porque en España está teniendo la posibilidad de trabajar con compatriotas con los que en la Argentina había tenido poco o ningún contacto. Además de Roth y Aleandro en Deseo, trabajó con Alfredo Alcón en En la ciudad sin límites. El argentino está afincado en España desde hace dos años, luego de que aquí impactase su labor en Plata quemada, de Marcelo Piñeyro. Sbaraglia viene de protagonizar Intacto, de Juan Carlos Fresnadillo, por la que fue distinguido con el Premio Goya al actor revelación. Actualmente filma Carmen, junto a Paz Vega, a las órdenes de Vicente Aranda.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.