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La realidad puede tomar variadas caras según la manera en que sea contemplada. La historia personal de cada individuo, así como su bagaje cultural y sus vínculos afectivos, se vinculan estrechamente a la hora de captar los hechos que se suceden en la sociedad. Son justamente esas particularidades las que producen que un mismo suceso sea interpretado de diferentes formas por los seres humanos. En este sentido, podría decirse que más que una realidad lo que existe es una convivencia de “realidades creadas” por cada individuo. Es esta multiplicidad de miradas la que inspiró el desarrollo de la trama de la serie “Boomtown”, que AXN estrena mañana a las 20. A su vez, a las 21 será el turno de la emisión del primer capítulo de la segunda temporada de “The shield”, la serie que se alzó con el Globo de Oro a la mejor serie dramática.
Lo primero que hay que decir de “Boomtown” es que no se trata de una serie de suspenso más. No tanto por su trama, que no esquiva ni por asomo el trillado problema de resolver complicados casos policiales. La atracción de “Boomtown”, fundamentalmente, reside en la manera en que la serie es concebida desde su realización. Con una imagen moderna y en permanente movimiento, el cineasta John Avnet –Tomates verdes fritos, Algo muy personal, Justicia roja– se las ingenia para reforzar una idea que subyace fuertemente en la serie: que la “realidad” no es blanca o negra, sino que más bien varía de matices según los diferentes puntos de vista.
Para lograr ese efecto, “Boomtown” se vale de un recurso técnico que es marca registrada en la filmografía de Quentin Tarantino (Perros de la calle, Tiempos violentos, Jackie Brown): narrar los hechos desde las perspectivas de los testigos oculares de los sucesos. De esta manera, el desarrollo de la trama no se encuadra en un tiempo lineal, sino que la narración retrocede y avanza mostrando el punto de vista de cada uno de los personajes. Así, la verdad se va descubriendo a medida que la cámara recrea la escena del crimen a partir de la visión particular de los testigos, que poco a poco van agregando detalles.
La narración fragmentada es acompañada por una serie de personajes estables y otros espontáneos. Escrita por Graham Yost (autor de la superproducción “Band of brothers”, que en la Argentina emitió HBO el año pasado), “Boomtown” se centra en una galería de extravagantes personajes de diferentes ámbitos, pero cuyas historias se entrecruzan a la hora de revelar la verdad. Policías, paramédicos, periodistas y funcionarios conviven en un universo en el que la lucha de egos, los amores y las traiciones entre los profesionales están a la orden del día. Porque en la mirada que pinta “Boomtown”, las relaciones entre la Justicia, el periodismo y el gobierno se conectan más allá de lo debido, en una intensa puja por el poder en el que todo vale.
Al término de “Boomtown”, AXN pondrá al aire el primer episodio de la segunda temporada del crudo policial “The shield”. Centrada en el funcionamiento de un grupo de policías tan corruptos como efectivos, la serie se desarrolla en el Cuartel de Policía de Los Angeles. Allí, el detective Vic Mackey (interpretado por Michael Chiklis, ganador del Globo de Oro como mejor actor en serie dramática) no conoce de reglas al momento de hacer cumplir la ley... o doblarla un poco, ya que la moral no es algo que marca su proceder policial: acosado por deudas y problemas familiares, Mackey tiene oscuras relaciones con narcotraficantes. No por casualidad es que al detective se lo conoce como “Al Capone con placa”.
En esta temporada, el conflicto entre el jefe del Departamento de Policía David Aceveda y el duro detective se agudizará. Pese a que en un principio intentará echar de la fuerza a Mackey, Aceveda decide mantenerlo en la institución, ya que piensa que su efectivo accionar puede servirle para lograr cumplir con sus ambiciones políticas. Sin embargo, Mackey no podrá evitar meterse en infinidad de problemas y la estrategia de Aceveda pronto se echará a perder. No sin antes arreglar la cuenta pendiente que tiene con el inmanejable detective.