ESPECTáCULOS › DAMIAN SZIFRON PRESENTO “EL FONDO DEL MAR” EN EL FESTIVAL MARPLATENSE
Celos, paranoia y una noche interminable
El debut del director de “Los simuladores” confirmó las buenas promesas televisivas: con momentos que recuerdan a “Después de hora”, el film juega acertadamente con sus personajes y los lugares comunes, sin caer en ellos.
Por Martín Pérez
“Cuando digo que sé lo que es pensar que uno fue engañado, no estoy diciendo que eso me haya pasado a mí”, sintió que era necesario aclarar Damián Szifrón durante la conferencia de prensa que ayer dio en Mar del Plata luego del esperado estreno de su ópera prima El fondo del mar. Película con “un paranoico persiguiendo a un egocéntrico”, según la definió el propio director, el debut en largometraje de Szifrón está protagonizado por un personaje inseguro y obsesivo, enfrascado en una persecución nocturna detrás del hombre con el que cree que su novia lo engaña. Luego de confesarse identificado con su protagonista fue que Szifrón se vio obligado a hacer la aclaración, agregando risueño: “No pongan en los diarios que soy un cornudo, porque me arruinan la vida”.
Con un Auditorium lleno ya en la función del mediodía –toda una señal–, El fondo del mar tuvo un estreno digno del film de un director consagrado y no como lo que es, el debut de un cineasta apenas fogueado el año pasado en la televisión argentina. Claro que ese fogueo fue al frente de “Los Simuladores”, la revelación de 2002 en la pantalla chica. Con un rodaje en dos partes, iniciado antes de su experiencia televisiva y finalizado después, El fondo... no tiene mucho que ver temáticamente con “Los Simuladores”, si bien aparecen sus protagonistas aquí y allá en cameos durante la trama. Pero el buen ojo del director que había asomado en la televisión se confirma en su paso a la pantalla grande.
Con confesas influencias de El, de Luis Buñuel, y dos Scorsese (el episodio protagonizado por Nick Nolte y Rosana Arquette en Historias de Nueva York y Después de hora), El fondo del mar es una película sobre angustias, celos y persecuciones por la noche porteña. Su protagonista es un estudiante de arquitectura, obsesionado por una novia que parece estar escapándosele, hasta que se materializa la peor de sus pesadillas. Film que parece irse desinflando justo cuando su tensión debería crecer, El fondo... se da el lujo de transitar por los lugares comunes del género, pero escapándole a los lugares comunes con mucha soltura. Incluso a la hora de su desenlace, bien rodeado del mundo de un protagonista bien delineado incluso a la hora de rehacerlo. Su trío protagónico está integrado por Daniel Hendler, Dolores Fonzi y Gustavo Garzón, los dos primeros presentes aquí para acompañar el film junto al director.
“Cuando me junté por primera vez para intentar convencer a Hendler de que participara del film, yo era un desconocido aspirante a director, mientras que él era una estrella del cine independiente”, confesó un entusiasta Szifrón durante lo que hasta ahora fue la conferencia de prensa más concurrida de todo del Festival, en la que estuvo acompañado por Hendler y Fonzi. “Cuando nos juntamos por primera vez, le dije que me gustaba el cine de acción, principalmente el de Scorsese. Y él me respondió: a mí me gusta el cine iraní”, relató, despertando una carcajada entre los presentes. “Creo que llegamos a un punto medio”, concluyó Szifrón, que se confesó como un fanático del cine de género desde su infancia en Ramos Mejía. “Pero cuando necesité hablar de los problemas que me pasaban, como celos o angustias, me di cuenta que no tenían nada que ver con esas películas. Fue así como decidí hacer una película que tocase ese tema, pero con un abordaje de cine de acción”, explicó el director de un film esperado tal vez en exceso, pero que hizo que la asistencia a las devaluadas funciones de la Competencia Oficial fuese mucho más disfrutable.
Con el Auditorium mucho más a pleno, pero en la función principal de la noche, se presentó el lunes uno de los films más esperados de la mucho más confiable Selección Oficial: Bowling for Columbine, un documental de Michael Moore –nominado al Oscar en su género– que investiga las razones del fanatismo estadounidense por las armas y la violencia. Saltado a la fama con el formidable Roger y yo, Moore tal vez sea el norteamericano cuestionador del gobierno de Bush más famoso dentro y fuera de los Estados Unidos. Su trabajo es explosivo antes que reflexivo, pero con un efectismo que es altamente disfrutable.
Con distribución local asegurada, el estreno marplatense de Bowling for Columbine fue presentado por Miguel Pereira –responsable artístico del Festival– como un acontecimiento, al ser el primer documental incluido en la Selección Oficial de Mar del Plata. Para presentarlo sobre el escenario del Auditorium lo acompañaron los directores y productores de documentales incluidos en la sección Ventana Documental. Entre ellos estaba Norberto Ludin, director junto a Pablo Milstein de Sol de noche (mañana a las 21.30, Ambassador 3), un film producido por Eduardo Aliverti que cuenta uno de los hechos más bestiales y significativos de la dictadura militar, cuando un apagón en Ledesma, Jujuy, permitió detener a cuatrocientas personas que fueron trasladadas a centros clandestinos de detención.
Junto a Ludin y Pereira, sobre el escenario del Auditorium también se presentó el peruano Ernesto Ceballos, director del documental Choropampa, el precio del oro (hoy, mañana y pasado en La Subasta, a las 20, 15.30 y 18, respectivamente), sobre un pueblito de los Andes intoxicado con mercurio por la compañía minera más grande de Sudamérica. “En la cola para ver una película conocí a una amiga que me dijo que la gente ya no quería ver historias deprimentes”, comentó Ceballos. “Pero las historias de resistencia no son deprimentes sino que hablan de esperanza, así que los invito a asomarse a esta ventana documental del Festival.”