Por Aurora Intxausti
Desde Madrid

El argentino Federico Luppi, Icíar Bollaín y Gabino Diego protagonizan La balsa de piedra, una película dirigida por el holandés George Sluizer, basada en la novela del mismo título del premio Nobel de Literatura José Saramago, que llega así por primera vez al cine. La obra, que se estrena en España hoy, comenzó a gestarse hace ocho años, cuando el cineasta leyó la novela del autor portugués. “Cuando la leí estaba haciendo otra película, así que sólo fue al año siguiente cuando compré los derechos del libro”, indicó el director durante la presentación del film en Madrid. La película contó con un presupuesto de unos 500.000 dólares.
La balsa de piedra narra la historia de cómo una inmensa falla separa de forma repentina la península Ibérica de Europa y la convierte en una inmensa balsa de piedra que navega a la deriva por el océano Atlántico. Tan sólo un grupo de habitantes percibe que algo vital, mágico, puede suceder. Los personajes realizan cosas extrañas. Como Pedro Orce (Federico Luppi), un viejo farmacéutico que siente cómo la tierra tiembla; Joana Carda (Ana Padrao) traza una línea en la tierra, que en adelante será imborrable; Joaquím Sassa (Diego Infante) lanza al aire una pesada piedra al mar y se hunde a una distancia sobrenatural; Gabino Diego (José) es seguido a todas partes por una bandada de estorninos. Los cuatro siguiendo un hilo azul infinito y a un perro especial llegan hasta a la casa de María Guevaira (Icíar Bollaín).
Sluizer eligió la obra de Saramago debido a los vínculos personales que lo unen a Portugal. “Tengo una afinidad especial con Portugal, pero, además, elegí esta novela por ser una historia de armonía y suavidad psicológica que no tiene nada que ver con mis películas policíacas anteriores”, señaló el cineasta. Sobre la elección de actores, Sluizer dijo que eligió al argentino Luppi después de haberlo visto en dos películas, que no mencionó, y comprobar en una entrevista que era el más idóneo para encarnar a Pedro Orce. A Icíar Bollaín la seleccionó después de ver su actuación en Leo. De Gabino Diego quiso obtener su ingenuidad. Icíar Bollaín dijo que aceptó el proyecto después de haber leído maravillado la novela del autor portugués. “Pensé que era precisamente la novela de Saramago que no se podía llevar al cine, por eso me sorprendió el excelente trabajo de guión, que mantenía el espíritu de cuento y metáfora de la novela.” Gabino Diego se interesó por una película “que habla de amor y sensibilidad y que me dio la oportunidad de hacer algo distinto a lo que estoy acostumbrado”, indicó.