ESPECTáCULOS
› DIEGO FUCKS EXPLICA EL PROGRAMA “ELLA DICE... EL DICE”
“Contrastamos, sin fingir”
El periodista explica cómo entiende su trabajo con María Belén Aramburu, con la que está al frente de un programa de disenso constante.
› Por Cristian Vitale
Se enciende la luz de aire y Diego Fucks arremete contra un televidente que acaba de dejar un mensaje afirmando que todos los políticos son iguales. “No, no todos los políticos no son iguales... Zamora no es igual que Menem, Bravo no es igual que De la Rúa. ¿Está claro?”, responde el conductor. Este es el tono, imprevisible y espontáneo, que Fucks maneja todos los días, entre las 13 y las 14, en el programa “Ella dice... él dice”, cuya conducción comparte con María Belén Aramburu, por Canal 7.
–¿Estaba ansioso por hacer un programa que tratara temas políticos y económicos?
–Son temas que me interesan mucho. Por más que haya sido formado como periodista deportivo –de lo cual no me arrepiento para nada–, siempre fui muy curioso.... Así, me fui metiendo en aspectos delicados. Me interesa lo social: los movimientos piqueteros, las cooperativas, etc. En un piquete, yo soy el que está en la calle y María, la que va en el auto.
–¿Por qué remarca el contraste de personalidades?
–Porque efectivamente el programa está pensado a partir de eso. La idea es que ella y yo contrastemos, sin fingir ni inventar ideas para transformar algo serio en un show. Lo que hacemos nosotros es periodístico y sincero. No me inmolo por el programa.
–¿No es una limitación que los dos tengan miradas muy diferentes sobre los temas que tratan?
–Para nada. María Belén es una de las mujeres más adorables con las que he trabajado. Nos llevamos muy bien fuera y dentro del estudio.
La relación entre ambos comenzó cuando María Belén lo invitó a su programa, en un momento difícil para él: se había quedado sin trabajo en “Aire Comprimido” –el programa radial que compartía con Marcelo Zlotowiazda en Rock and Pop– y necesitaba una mano. “Me tuvo dos bloques hablando sobre mi carrera y mis libros con una generosidad que, en el medio, sólo le conozco a Víctor Hugo Morales. Yo venía muy golpeado porque sentí que mis compañeros, en Rock and Pop, me había dejado solo. Entonces, pasar de esa mala onda a trabajar con una mina que, además, es hiperdivertida fuera del aire, fue como un refresco para mi vida.
–¿Resulta complicado lograr un ida y vuelta dinámico, siendo que es la primera vez que trabajan juntos?
–Sí. El programa lo vamos sacando de a poco. No hubo tiempo para pulir detalles. Largamos a prueba y error y aquí estamos, porque el canal lo permite.
–¿En qué sentido?
–Ibope no es benévolo con ATC. Vos ves que los teléfonos se rompen, que llegan un montón de llamados y que en la calle te para todo el mundo, y cuando sale la medición, siempre es poca... ¿A quién miden? A 500 tipos que tienen el aparato. Por suerte el canal te permite desarrollar un producto que tal vez no tendría lugar en un canal privado.
–Ya que está ilusionado con la política, ¿piensa que con este gobierno se inicia una nueva etapa en Argentina?
–Hasta ahora vengo bien con Kirchner, por lo menos de los últimos 3 presidentes es el único que reforzó su discurso con gestos. El hecho de que hayan venido Chávez, Lula y Fidel, y que haya ido a Entre Ríos a solucionar un problema tan delicado como el paro docente cuando todos los presidentes, de la dictadura para acá, iban primero a la Bolsa de Comercio o al FMI, es un dato prometedor. Me parece mentira estar hablando bien del gobierno, pero que un tipo como Rafael Bielsa esté en la Cancillería es un dato muy saludable.
–¿Cuál es su mirada sobre la visita de Fidel Castro?
–Fijate quiénes la rechazaron. Laje, Feimann... los conocemos, Mariano Grondona, el amigo de todos los militares. Fidel construyó un sistema de salud y educación que debería ser obligatorio en todas los países, como para empezar a hablar. Se pueden discutir muchas cosas, pero Grondona es el menos indicado para hablar de derechos humanos. ¿Qué derecho humano se cumple en un país en que los pibes se mueren de hambre?