ESPECTáCULOS
Del tango a la ópera y del butoh al renacimiento
El contratenor Sergio Pelacani y la pianista Patricia Averbuj protagonizan un espectáculo en el que el sello musical es el eclecticismo constante.
Por Diego Fischerman
En el comienzo, como casi siempre, fue el azar. O, por lo menos, un improbable encadenamiento de hechos fortuitos que terminó haciendo que el segundo espectáculo del ciclo de música de cámara ideado por la pianista Patricia Averbuj tuviera al notable contratenor, actor y musicólogo Sergio Pelacani. Actualmente radicado en España, este músico comparte con la pianista la responsabilidad de un espectáculo que, según ellos explícitamente, se llama El Des Concierto. Mañana, el 7 y el 14 de junio, ambos se presentarán en el Espacio Colette del Paseo La Plaza (Corrientes entre Rodríguez Peña y Montevideo). Y el primer hecho inusual, según Averbuj, es “encontrarse con un lugar como éste, que está a cargo de una artista que no repara en poner en primer lugar el hecho estético”. Se refiere a la bailarina Estela Erman, ex estrella del Bolshoi que se mostró entusiasmada cuando le planteó la idea de “acostumbrar al público a que, en este lugar, los sábados a las 18.30, hay música de cámara”.
El desconcierto del título tiene que ver con un repertorio “intencionalmente ecléctico y con la máxima variedad”, según explica el cantante, y con las características de su trabajo en escena. Lo primero que llama la atención es su voz, desde ya. El registro de los contratenores, llamado en el renacimiento y el barroco, falsetistas o sopranistas, es el de una mujer. A diferencia de los castrados que la película Farinelli hizo famosos, los contratenores cantan con voz de cabeza, es decir, en falsete. Pero el efecto visual no es menos ambiguo. Más cuando, como en el caso de Pelacani, se mezcla con el butoh. Con una trayectoria importante como actor, él viajó a Japón junto a la directora Mónica Viñao para interiorizarse en el método Suzuki y, en su espectáculo, aparece un poco de todo eso. “El espectáculo tiene algo de circular”, explica el cantante. “Empezamos con ‘Send in The Clowns’ (una bellísima canción de la comedia musical Little Night Music, de Steven Sondheim) y termina con un aria de Pagliacci, de Leoncavallo.
El repertorio es, también, desconcertante. Es decir, juega a descolocar al oyente todo lo posible y a que nunca sepa muy bien qué es lo que va a venir después. Desde Carmen de Bizet hasta una canción del renacimiento inglés o desde una zarzuela a un tango o al desesperado Orfeo de Gluck, mientras se pregunta qué hará sin Eurídice. Y, también, desde la voz aguda del contratenor hasta la voz de pecho, con la consecuencia de que en un momento de El Des Concierto Pelacani vaya desde Carmen al torero (e incluso los intercale) sin que nada cambie en su aspecto exterior. “El falsete como ampliación del registro natural de la voz está sumamente aceptado”, dice el cantante. “Desde los Bee Gees hasta Yes o Led Zeppelin, además, hay una especie de fascinación con los hombres que cantan con voz de alto o de soprano, similar a la que en el barroco se tenía por los castrados.” En el espectáculo, también, Averbuj toca algunas piezas instrumentales. “La idea es pasar no sólo por la mayor variedad de canciones sino por la mayor cantidad de géneros, de autores y de épocas”, señala ella. “Y la elección de las obras instrumentales, que funcionan en parte como nexo y en parte como interludios para que Sergio se cambie o descanse, debía ser coherente con el todo. Que la música se integre con lo que está sucediendo.”