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El ciclo de cine “Memoria y dictadura” se propone, a través de ficciones y documentales, reflexionar sobre la construcción de la memoria, el autoritarismo y el terrorismo de Estado. El encuentro –que se desarrolla en el Auditorium Comisión por la Memoria (Calle 54 Nº 487)– se llevará a cabo los viernes de julio, agosto y setiembre, a partir de las 19. El ciclo exhibe una serie de preestrenos, además de películas que en la mayoría de los casos tienen una o dos emisiones públicas, generalmente en festivales. El viernes se vio Contra Site, un docudrama recién salido del laboratorio de Fausta Quattrini y Daniele Incalaterra, sobre la búsqueda de los restos del Che y la permanencia del mito. La iniciativa está patrocinada por Museos de Buenos Aires, el Museo del Cine porteño, la Comisión Provincial por la Memoria de La Plata y el Instituto de Estudios, Investigación y Formación Permanente. “Se ha producido poca ficción sobre la época de la dictadura, y el cine argentino tiene una deuda con su historia. Pero la producción documental ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos”, dicen los organizadores.
Contra Site fue el primer trabajo del bloque llamado “Otras miradas”, que relata la historia de un equipo de cineastas europeos que filma un documental sobre la búsqueda de los restos de Ernesto Che Guevara. La aldea boliviana se convierte en el epicentro mediático mundial. La película, que acaba de ser terminada, fue producida por Incalaterra y es interpretada por Mariano Marín y Tomás Lecot, entre otros. El film se mete en una de las líneas de contradicción: la historia oficial que describe al campesino vallegrandino como traidor responsable de la captura del Che. Y un joven argentino especialista en informática arma un sitio para dar a conocer las intrigas alrededor de la búsqueda, mientras que por las noches trabaja secretamente en un “Contra Site”, donde expresa su desilusión por el mito creado en torno al Che.
El próximo viernes podrá verse la conocida Kamchatka de Marcelo Piñeyro, que relata la historia de la dictadura desde los ojos de un niño; el 18, en carácter de preestreno, se exhibirá Figli/Hijos, una coproducción con Italia dirigida por Marco Bechis: es la historia de un joven de 23 años que vive con sus padres hasta que un día aparece una persona que dice ser su hermana y así comienza la búsqueda de su identidad. El 25 se verá Sol de noche, dirigido por Pablo Milstein y Norberto Ludín, con producción ejecutiva de Eduardo Aliverti. Este trabajo documental está centrado en la figura de Olga Aderez, madre de desaparecidos de Jujuy que aún ronda la Plaza de su pueblo en recuerdo por la llamada “Noche del apagón”.
En el mes de agosto, bajo el subtítulo “Contrapuntos”, también habrá novedades interesantes. El 1º se verán En ausencia, de Lucía Cedrón, un corto de cinco minutos que sucede mientras su protagonista espera el resultado de un test de embarazo, y Operación Masacre, dirigida por Jorge Cedrón (víctima del terrorismo de Estado, y padre de Lucía), sobre los fusilamientos de José León Suárez, uno de los films más importantes de la historia del cine militante. El primer preestreno del mes se verá el viernes 8, con Papá Iván, una película argentino-mexicana realizada en el 2000 por María Inés Roqué sobre la vida de Juan Julio Roqué, padre de la realizadora, fundador de las FAR, uno de los responsables del fusilamiento del sindicalista José Ignacio Rucci; Roqué fue luego asesinado por la dictadura en 1977.
El 15 se exhibirá otro preestreno en el país: Memoria obstinada (1997), de Patricio Guzmán, sobre la memoria política en Chile. En la década del ‘70 se hizo el documental La batalla de Chile, que dio la vuelta al mundo. Veinte años después, Guzmán recorrió aquellos mismos lugares para contar cómo fue la fiebre revolucionaria durante el gobierno de Allende. El 22 se verá Ni olvido, ni perdón de Raymundo Gleyzer, sobre la masacre de Trelew y luego se presentará Trelew de Mariana Arruti, un excelente documental estrenado este año en el Bafici. El 29 de agosto, Carmen Guarini y Marcelo Céspedes mostrarán H.I.J.O.S, estrenado en el 2002. Septiembre será el mes del “Cine Militante”, que se reencontrará con el revitalizado documental político. A partir de diciembre del 2001, una camada de realizadores viene testimoniando los conflictos sociales argentinos, lo que retrotrae la mirada sobre el cine más comprometido de los ‘70. El 5 de septiembre se verá Raymundo de Ernesto Ardito y Virna Molina sobre la vida y obra de Gleyzer. Imágenes de una dictadura se pondrá en pantalla el 12. Dirigido por el chileno Patricio Henríquez, este preestreno indaga en los archivos visuales de Raúl Cuevas, un camarógrafo de noticias que reflejó 17 años de resistencia a la dictadura. El 19 se verá Diablo, familia y propiedad, de Fernando Krichmar, sobre la represión en Ledesma y Tabacal en el norte argentino. Y cierra el ciclo, el 26, Piqueteras, de Malena Bystrowicz y Verónica Mastrosimone.