ESPECTáCULOS
Juanes, el nuevo rey del Grammy
El cantante ganó cinco premios, en una gala que también premió a Mercedes Sosa y el Sexteto Mayor, en los rubros folklore y tango.
Colombia sumó un nombre a su galería de personajes famosos. García Márquez, Shakira, Juan Pablo Montoya y... Juan Esteban Aristizábal Vázquez, Juanes, el gran ganador de la cuarta edición de los Grammy Latino. Juanes, un descubrimiento de Gustavo Santaolalla, productor argentino radicado en EE. UU., se llevó cinco gramófonos, en las categorías “Single” y “Canción” (por “Es por ti”), “Album” (Un día normal), “Solista vocal para álbum rock” y “Canción rock” (“Mala gente”). El triunfo del colombiano, que inició su carrera como cantante de una banda heavy metal, tuvo una gran repercusión en su tierra, tanto como para recibir felicitaciones del presidente Alvaro Uribe y del técnico del seleccionado de fútbol, Francisco Maturana. Uribe, nativo de la región de Antioquia como Juanes, expresó su alegría: “Quiero felicitar a Juanes, que es un orgullo de todos los colombianos”, declaró. El músico dedicó sus premios a la comunidad hispana (“a la que pertenezco”, dijo) y declaró haber vivido “la noche más emocionante de mi vida”. Con estos premios, Juanes se convirtió en el artista latino que más Grammy ha ganado –nueve en total–, si se suman las ediciones anglosajonas y las latinas de estos premios de la industria musical de EE.UU.
En la gala hubo triunfos argentinos. Mercedes Sosa se llevó un premio por su disco Acústico en la categoría “Album folklórico”, el Sexteto Mayor ganó en “Album de tango” por Homenaje a Piazzolla, el productor radicado en Estados Unidos (fallecido hace un mes) Bebu Silvetti obtuvo el galardón correspondiente al rubro “productor del año”, y el proyecto colectivo de música electrónica capitaneado por Santaolalla y el músico uruguayo Carlos Campodónico, Bajofondo Tango Club, triunfó en “Album instrumental pop”. Charly García, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y Dante Spinetta quedaron afuera. La cuarta edición de los premios Grammy Latino, realizada en el estadio American Airlines Arena de Miami, fue televisada a todo Estados Unidos en horario prime time por la cadena CBS y, por lo tanto, hablada en inglés con traducción simultánea al español. La fiesta estuvo precedida por la polémica por las nominaciones de artistas cubanos residentes en la isla, el pedido de visas denegado por el Departamento de Estado y la posibilidad -finalmente, apenas concretada– de protestas callejeras de grupos anticastristas, la mayoría de ellos con base de operaciones en la capital del estado de la Florida.
La ceremonia dio comienzo con un homenaje póstumo a Celia Cruz, fallecida el 16 de julio. El puertorriqueño-neoyorquino Marc Anthony, el venezolano Oscar D’León, el rapero panameño El General, las puertorriqueñas Olga Tañón y la India, la cubana-americana Gloria Estefan y el boricua Víctor Manuelle interpretaron “La vida es un carnaval”, mientras las 11 mil personas que llenaron el Arena aplaudían las imágenes de la cantante en pantalla gigante. Bacilos, un grupo residente en Miami e integrado por músicos de distintos países latinoamericanos, y el saxofonista Paquito D’Rivera, fueron los otros ganadores, con dos premios cada uno. La ceremonia también consagró al joven cantante español David Bisbal -ganador del programa de TV “Operación Triunfo”– como artista revelación del año y premió el álbum Quizás, de Enrique Iglesias, como “Disco pop masculino”.
Toda la controversia alrededor del tema Cuba quedó reducida a una mínima manifestación callejera de aquellos exiliados que consideraron negativo tan siquiera nominar a músicos considerados por ellos “agentes del gobierno de Castro”. El grupo más importante de ex presos políticos cubanos, que tenía prevista una demostración frente al estadio, desistió. “No vamos a protestar por protestar. Somos adultos”, dijo Francisco García Martínez, coordinador de la protesta suspendida. Aun así, hubo premios para cubanos. Uno de ellos fue para el veterano cantante Ibrahim Ferrer por su disco Buenos amigos (“Album tropical tradicional”) y Orishas, otros ahijados de Santaolalla, por Emigrante (“Album rap/hip hop”). La reacción desde la isla llegó a través del comentario del periódico Granma, que tituló “¿Tendrán Ibrahim y Orishas que esperar por el correo?”. Según el diario oficial, “ni el sonero ni los raperos fueron invitados por la Academia, ni recibieron visas. Fueron olímpicamente discriminados”.