ESPECTáCULOS
“En Canal 7 hay instalada una máquina de impedir”
Leonardo Bechini, nuevo gerente artístico del canal estatal, hace un resumen de la situación que encontró, y presenta su propia carta de intenciones. El eterno desafío de encontrar un perfil, sin plata.
Por Emanuel Respighi
Leonardo Bechini asumió no hace más de tres meses una de las paradas más bravas dentro de la industria de la TV: ser el gerente artístico de Canal 7. Agobiado por un escuálido presupuesto anual y un antiguo equipamiento técnico que es necesario renovar, en el universo televisivo suele entenderse el otorgamiento del manejo de la emisora estatal como un castigo, más que como un premio. Bechini bien sabe del desafío al que se enfrenta. “Sé que tengo mucho más para perder que para ganar”, admite quien fue guionista de programas como Poliladron, Verdad/Consecuencia, Primicias, 099 Central y Un cortado, entre otros. “En este puesto me expongo mucho más que haciendo una serie de televisión, y además gano el 10 por ciento del dinero de lo que puedo ganar en la TV privada. Pero acepté el cargo porque tengo un fuerte deseo de escuchar las necesidades de la gente del interior del país”, agrega Bechini, que aceptó el cargo anteriormente ofrecido, sin éxito, a Marcelo Tinelli y Hugo Di Guglielmo, entre otros.
Pese a la adversidad de la tarea, Bechini tiene en claro que su objetivo primordial es que el canal estatal retome una función social en ocasiones olvidada. “El canal tiene que contar la historia de nuestra gente”, apunta. “Voy a abrir el canal a todo el país para que el 7 sea una ventana en la que se pueda espiar desde la noche en Salta hasta una doma en la Patagonia. La pantalla de Canal 7 debe ser un nexo para propalar esas historias, y que los argentinos tengan un lugar para conocer su país. El contacto permanente de los argentinos nos va a hacer sentir más unidos”, señala en la entrevista con Página/12.
–Para lograr esa pantalla “federal” se necesita de un presupuesto acorde. ¿Con qué presupuesto cuenta el canal para el 2004?
–Hoy por hoy el canal no tiene presupuesto para pantalla, para la parte artística. Lo único que tiene el canal es dinero para pagar los sueldos. Lo que hacemos con los coproductores es hacer que se enamoren de nuestras ideas y objetivos, para que en conjunto podamos producir determinados ciclos. Estoy en permanente diálogo con productores de ficción del interior del país. Es un trabajo difícil porque cada uno viene con sus propias ideas y nosotros tenemos que convencerlos por otras. Me la paso convenciendo a todo el mundo para así programar el canal que quiero.
–¿Es posible lograr un canal público sin presupuesto artístico?
–Un canal público debe tener un presupuesto para poder desarrollar las políticas de un canal que no sea sólo estatal. Igualmente, sea un canal público o un canal meramente estatal como lo es hoy, la programación tiene que tener un 33 por ciento de formación, un 33 por ciento de información y otro 33 de entretenimientos. Estamos en camino de llegar a esa variedad. Pero aún nos falta ficción, porque la gente necesita entretenerse ante la dura realidad. Un canal público no puede eludir las necesidades que tiene la gente. Hay muchos argentinos que no tienen trabajo y que sufren disfunciones de sueño. Por eso vamos a extender el horario de apertura y cierre hasta llegar a una pantalla de 24 horas.
–Históricamente, Canal 7 se terminó manejando como vocero del gobierno de turno. ¿Cómo se evita caer en esa trampa?
–No hay obligación de eludir nada, porque no hay presiones del Gobierno para que seamos el house organ. Creo que el canal debe acompañar las políticas públicas del gobierno. O sea, cuando hay campañas de educación o sanidad el 7 tiene que estar ahí, para llegar a todo el país. Lo que no debemos es ser la expresión de los deseos políticos del gobierno de turno, pero sí el acompañamiento de las políticas públicas en función del bienestar de la gente.
–¿Cuál es el obstáculo mayor para lograr un canal con el que se identifiquen todos los argentinos?
–El dinero. Tanto para producir como para renovar los equipos se necesita plata que el canal no tiene. Si no se reequipa, el canal no tiene destino. Y la cifra que se necesita para el reequipamiento no esmillonaria. Hay una máquina de impedir que está montada en la emisora, una vocación burocrática para que nada se logre. Hay que aggiornar a los gremios para que entiendan que el trabajo es en conjunto y nadie viene a destruir sino a construir.