INXS lo tuvo todo: dinero, discos de platino, giras por el mundo (que lo trajeron tres veces a la Argentina), mujeres hermosas, fama que trascendió al ambiente musical, más dinero... Todo eso, en un período de trece años, a partir de la publicación del single “Original sin” en 1984. La historia del grupo australiano se quebró el 22 de noviembre de 1997: ese día murió en extrañas circunstancias Michael Hutchence, su carismático cantante. Cuatro años y medio más tarde, después de un ostracismo comprensible, INXS está a punto de tocar en el Luna Park (hoy a las 22), con Jon Stevens como vocalista. Atención: no se trata de “el nuevo cantante de INXS”, tal como se intentó presentarlo, sino de un invitado para la gira. “Jon es un viejo amigo y tiene su propia carrera”, explica el baterista Jon Farriss, uno de los tres hermanos que formaron la banda a fines de los 70. “En este momento, él es el cantante, pero no sé si él estará disponible el año próximo. Hemos hablado muy abiertamente con Jon. Estamos abiertos a intentar cosas y Jon es parte de la familia.”
–¿Por qué lo eligieron, al menos para esta gira?
–Hicimos un concierto con varios cantantes en Australia y Jon estaba en el backstage. Empezamos a hacer canciones con una guitarra acústica y Andrew (Farriss, tecladista y guitarrista) comenzó a tocar una canción de INXS. Jon empezó a cantarla y nos miramos con una sonrisa, como diciendo: “Este tipo es bárbaro. Mierda, hagamos algo con esto”. Entonces decidimos hacer un concierto, que salió bárbaro y que enloqueció a los fans. Jon es un muy buen amigo y ha estado ayudándonos. Es una gran persona, tiene una muy buena voz.
–No debe ser fácil para él tener que ocupar el lugar de Hutchence, ¿cierto?
–(Se ríe) Por supuesto, pero también es un homenaje a un gran hombre tener a Jon en su lugar. El creció con INXS tanto como nosotros, a él y a nosotros nos gusta la música de INXS. Y es un gran cantante: no es que trata de imitar a Michael o lo que sea, él hace lo suyo.
–También debe ser difícil para usted tocar en vivo y que el cantante no sea Hutchence.
–Por supuesto. Michael y yo éramos amigos muy cercanos. En la banda, cada uno tenía una relación diferente con él. Yo viví con él en Hong Kong, compartimos la casa durante seis años. Fui a la escuela con él. A veces pienso en él cuando estoy tocando... Michael fue una persona maravillosa y talentosa. Su vida terminó de manera trágica y lo extraño mucho. Pero eso pasó hace cuatro años y medio, y nosotros queremos seguir adelante. Hay un proceso de dolor, separación y distancia, por el que hemos pasado. Hemos tenido mucho tiempo para pensar, para lamentarnos y para rendirle homenaje a un amigo muy querido. Ahora es tiempo de celebrar la vida de los miembros de INXS que quedamos. Estamos en un momento muy positivo de nuestras vidas. Es diferente, pero es nuevo y es positivo. Mucha gente puede decir: “¿No pensaron en separarse?”. Seguro que lo pensamos, pero también consideramos que sonamos muy bien juntos y que nos queremos, así que, ¿por qué desperdiciar eso?
–¿Tienen temor a las comparaciones con el viejo INXS?
–Bueno, siempre habrá comparaciones. Pero no es que nos peleamos y Michael se fue: el tipo se murió. No hay nada que podamos hacer al respecto, no podemos cambiarlo. Es así y listo.
–¿Cómo cree que será el futuro para INXS? ¿Volverán a grabar un disco?
–Cuando terminemos esta gira nos sentaremos a pensar su hacemos otro disco. Estamos muy abiertos a explorar diferentes cosas, quizá diferentes cantantes, temas instrumentales o que canten miembros de la banda. Como las cosas son diferentes, podemos intentar caminos diferentes. Es una forma de volver positiva la situación. Podemos invitar músicos, experimentar con productores, incorporar DJ, lo que sea. Es excitante tener estas posibilidades.