ESPECTáCULOS › AL CIERRE DE ESTA EDICION, LOS MARTIN FIERRO CONSAGRABAN A ADRIAN SUAR

El día que el sodero se llevó los sifones

El productor top del medio local no fue al Sheraton, pero sus programas hicieron el trabajo por él. “El sodero de mi vida” ganó por escándalo, mientras que en la medianoche se daba por seguro el galardón de Oro a “Culpables”. La noche tuvo poco brillo, algunas alusiones a la realidad y algún dardo entre los protagonistas.

Hubo sorpresas y no tanto. Signada por un debate a gritos sobre su credibilidad y real peso, la 33ª edición de los premios Martín Fierro que otorga la Asociación de Periodistas de Radio y Televisión Argentina (Aptra) consagró a números puestos, dejó de lado a programas que se habían convertido en auténticos clásicos en su rubro y, al cabo, dejó a medio resolver varias internas presentes en la TV actual. Al cierre de esta edición, los programas de Adrián Suar cosechaban un premio tras otro, confirmando su status de productor top... aun en ausencia: salvo Nancy Dupláa, ninguno de los actuales integrantes del staff de Pol-Ka se mostró por el Hotel Sheraton. Pasada la medianoche, una alta fuente confirmó a Página/12 que el Martín Fierro de Oro, la estatuilla más esperada de la noche, era para “Culpables”.
Marcelo Tinelli, ganador del premio a la “producción integral”, no perdió la oportunidad de referirse a la actitud de quien hoy, con “Campeones”, se puede dar el lujo de vencer a un coloso del rating como “El Show de Videomatch”. “El Martín Fierro es el premio más importante que tenemos en la Argentina y hay que venir a apoyarlo no sólo por Aptra, sino también para apoyar a la industria de la que vivimos todos”, dijo el animador tras mostrarse en un cálido abrazo con Susana Giménez, llegada de Miami para recibir su galardón a la animación femenina. Y, de paso, confirmar a la prensa presente que este año seguirá ausente de la pantalla local.
La noche comenzó con discursos adentro y cacerolazo afuera. Mientras Marcelo Simón, interventor del Sistema Nacional de Medios Públicos, inauguraba la velada apelando “A que nos ayuden a los que, desde los medios públicos, queremos la recuperación de la Argentina grande para que volvamos a tener la radio y la TV que soñamos”, afuera un nutrido grupo daba su propia visión sobre esos medios: la Comisión de Comunicaciones de la Universidad de Buenos Aires apareció con máscaras de payaso y carteles que pedían “Fuera Hadad”, “Fuera Menem” y “Basta de difamar a los que luchan”. Cerca de allí, Oscar Ferrigno, secretario general de la Asociación Argentina de Actores, denunciaba la deuda de 180 mil pesos que el canal estatal sostiene con 400 actores. “No impulsamos un boicot al Martín Fierro, simplemente queremos aprovechar la cobertura”, le comentó a este diario. Adentro y afuera, mientras tanto, se disparaban las versiones alrededor del Martín Fierro de Oro, quizás el más difícil de avizorar de los últimos años. La acumulación de premios de “El sodero de mi vida” señalaba a ese programa, pero la actitud de Suar hacia Aptra desde aquel Oro concedido a Nicolás Repetto parecía bajarle puntos; algunos mencionaban a “TVR” y hasta se llegó a mencionar a Facundo Arana por su inesperado doblete por “Yago, pasión morena”.
La ceremonia transmitida por Canal 7, en tanto, tuvo tan poco glamour como las declaraciones previas de varios involucrados, que prepararon el terreno para una de las más deslucidas ediciones de los Martín Fierro. Nominados que no ocultaban su expresión de aburrimiento, premiados que no aparecían, parlamentos confusos por parte de los conductores Gustavo Lutteral y María Belén Aramburu... quienes, justo es decirlo, no recibían muchos aportes de parte de la organización, que en más de un caso descubrió la ausencia de un galardonado en el mismo momento de anunciarlo. Todo, en suma, parecía conspirar contra lo que hasta no hace tanto se suponía como la mayor celebración del mundo radial y televisivo. En ese esquema de indolencia, algunos premios fueron recibidos con el alivio de lo que se sale de libreto: tal el caso de “América Noticias” y “Carburando”, dos programas que rompieron una supremacía de años por parte de “Telenoche” y “Fútbol de Primera”. O el festejado triunfo de “Televisión registrada”, el programa que conducen Fabián Gianola y Claudio Morgado en América, que se dio el gusto grande de derrotar nada menos que a “El Show de Videomatch”. “Estamos en un gran equipo de visualizadores, productores, escritores, dibujantes”, dijo un Morgado notablemente emocionado. “Nosotros somos sólola punta del iceberg... bueno, en el caso de Gianola, la puntita”, cerró en un estilo típicamente “TVR”.
No fueron pocos los que aprovecharon el paso por el estrado para hacer alguna referencia a la situación social, política y económica de la Argentina. Uno de los más enérgicos en ese sentido fue Lalo Mir, quien sostuvo su premio al programa de interés general en FM (nada menos que el séptimo, por “Animal de radio”) para advertir que “estamos en crisis pero ahora se viene la resistencia. ¡No nos van a cagar!”. Alberto Martín no se quedó atrás, y tras definir su año 2001 por la felicidad de su primer nieto y el demorado campeonato de “mi Racing”, pidió “que Dios ilumine a esta raza política argentina para que no haya más pobres ni desocupados”. Más duro se mostró Román Lejtman, ganador en el rubro “Labor periodística en AM”, quien pidió no olvidar que “cuando salgamos de aquí vamos a ver gente juntando cartones y basura para sobrevivir”, y que “no olvidemos a la clase política que nos dejó como nos dejó”. Pablo Marcovsky, uno de los conductores del premiado “Pulgas en el 7”, pidió “que este país cambie, al menos por los pibes”. Mirtha Legrand, en cambio, optó por veladas alusiones a la “persecución” de los programas de chimentos a su familia. “Yo me pregunto qué le está pasando a nuestra querida televisión, tan desvirtuada... como me pregunto qué le pasa a nuestro país”, dijo la señora de los almuerzos, quien cerró felicitando a su hija Marcela Tinayre por su “valentía” y “confirmó” su calidad de bisabuela que tanto rodó por la pantalla chimentera. La misma que, en estos días que seguirán a una ceremonia tan devaluada como el país, hará polvo de todas y cada una de las situaciones, desplantes y palabras cruzadas del aquelarre mediático alrededor del gaucho más célebre.
Informe: Patricia Chaina
y Emmanuel Respighi.

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“El sodero de mi vida” triunfó en casi todos los rubros en que compitió.
 
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