–¿Cómo evalúa la gestión de Néstor Kirchner hasta este momento?
–A mí me gusta mucho. Pero no hice ningún pacto, como salió publicado. Me convocó para ofrecerme la gerencia de Canal 7. Le dije que no la aceptaba aunque contaba con mi colaboración porque era una manera de ayudar al país. Kirchner es un presidente que tiene mucha cercanía a la gente y todo lo que esté cerca de la gente merece mis respetos. Es una persona con un alto índice de popularidad, que es algo que veo en el que todos los argentinos están unidos. Me parece una persona muy capaz.
–Está de acuerdo con todo...
–No, hay cosas que me gustan más y otras menos. Empresarialmente me parece que Argentina está creciendo. Se le da más importancia al empresario nacional, cuando antes el privilegiado era el empresariado externo. La política de Kirchner reivindicó el país. Como empresario argentino, yo me animo a más cosas también. Vuelvo a tener expectativas. Y creo que la gente está esperanzada. Hay cuestiones, como la inseguridad, que me preocupan. También el empleo de la gente. Yo no soy muy amigo de los planes sociales. Creo que puede haber un plan social pero tiene que haber un trabajo. A la gente se la dignifica con un trabajo más que cobrando los 200 pesos de un Plan de Jefes y Jefas de hogar. Pero vamos en un mejor camino del que veníamos. Si los argentinos nos unimos detrás de un proyecto de país, vamos a lograrlo porque tenemos un país maravilloso. Más mierda no lo podemos haberlo hecho. Y sin embargo todavía anda. El dólar no está a 10 dólares. En ese sentido, yo tengo una visión optimista. En general, yo tengo la visión de ver el vaso medio lleno en vez de ver el vaso medio vacío. No me detengo a mirar el vaso medio vacío.
–¿Piensa meterse en la política?
–No.
–¿Pero deja una puerta abierta para el futuro?
–Hoy no lo pienso. No sé. A fines de los ‘80 tampoco pensaba en conducir un programa de televisión y acá estoy, después de 14 temporadas al frente de Videomatch. Pero me han ofrecido mil veces cargos o candidaturas políticas y siempre las deseché.