“La decisión de las autoridades del canal o del Gobierno de rever la medida tomada inicialmente es un logro de todos los argentinos a favor de los medios públicos y de la democracia adolescente por la que todavía transitamos. Cuando las autoridades armaron la nueva grilla priorizaron los programas de entretenimientos antes que los de cultura. Esta es una realidad que no debemos olvidar, porque habla de un inmenso desinterés de parte de las autoridades sobre la cultura. Lo positivo de todo esto es que se demostró con el apoyo de la gente y de muchas figuras de la cultura que es necesario que el canal público tenga en su programación ciclos dedicados al debate cultural, en cualquiera de sus disciplinas. ¿Hacía falta llegar a esta controversia mediática para que las autoridades entiendan que la gente esta ávida de una programación que vaya más allá del puro entretenimiento? Toda esta disputa habla de una llamativa falta de planificación sobre los medios públicos que no es responsabilidad única de este gobierno, sino que viene desde gobiernos anteriores.”