Por Antônio Carlos Miguel *

Las excepciones argentinas, después de Carlos Gardel, fueron Astor Piazzolla –todavía hoy muy admirado aquí– y, en menor escala, Gato Barbieri, Fito Páez y Charly García. En el caso de Brasil, pienso que la barrera del idioma y un cierto preconcepto en relación con todo aquello que viene de “nuestros hermanos” latinoamericanos es una de las explicaciones para este desconocimiento de la rica música producida en la Argentina. Pero el hecho de que Brasil tenga una fuerte y diversificada producción musical también pesa mucho. Aun con toda la fuerza del imperio estadounidense, el 70 por ciento de la música consumida aquí está hecha por artistas brasileños.
Es interesante observar que, mientras tanto, en otras áreas, como la literatura (Borges, Cortázar, Sabato, Piglia...) y, más recientemente, en el cine (el nuevo cine), la producción argentina es muy admirada en Brasil. Lo que me permite decir que, por ser un arte más popular, la música tiene más dificultades de penetrar en Brasil.

* Columnista musical del diario O Globo de Brasil. Además, en el sitio web del grupo Globo, tiene su propia weblog, donde diariamente da cuenta de su trabajo y opinión sobre la actualidad de la música brasileña e internacional (http://oglobo.globo.com/online/blog/antonio).