“Agudizar sus poderes de observación”: ése es el pedido que las autoridades policiales transmitieron ayer a los vecinos de Washington y sus alrededores. Que observen, registren, anoten todos los detalles posibles en caso de ver al francotirador que ya mató a nueve personas e hirió a dos. Pero la población de Washington está más preocupada por cómo protegerse que por convertirse en detective. Ayer se difundió una serie de recomendaciones para vivir en peligro: desde correr en zigzag hasta agacharse cuando se carga combustible en una estación de servicio. Sin embargo, la mayor parte de la gente se muestra por ahora más inclinada a encerrarse en su casa.
La policía cree ahora que más de una persona podría estar detrás de la misteriosa serie de asesinatos en Washington. Ayer reclamaron a la gente que agudice su poder de observación para ayudar a capturar a el o los atacantes. “Agáchense y busquen protección. Miren en dirección al sonido. Tengan un bolígrafo a mano. Si no tienen papel, escriban sobre su mano. No permitan que testigos o los medios contaminen vuestra memoria”, aconsejó la portavoz policial del condado de Montgomery, Nancy Demme, en una conferencia de prensa.
Más interés despertaron las recomendaciones que circulan por la ciudad y que ayer publicó el diario The Washington Post. La lista sugiere:
–Manténgase en movimiento si está al aire libre porque un blanco en movimiento es más difícil de apuntar que uno quieto.
–Si debe detenerse, párese en la parte más oscura del área para no ser un blanco visible.
–Cuando está afuera, muévase rápido y camine haciendo zigzag.
–Mientras carga combustible, mantenga el tanque de la nafta entre usted y el vehículo, y agáchese para mantenerse bajo.
–Si le disparan, tírese al piso y ruede. Corra en busca de refugio haciendo zigzags cortos.
–Vigile sus alrededores. Informe sobre cualquier actividad sospechosa a la policía.
–Recuerde que el francotirador puede dar a su blanco desde 500 metros de distancia.
En el último ataque, sin embargo, el francotirador se acercó mucho más que en otras oportunidades: la policía cree que el disparo fue realizado desde una distancia de unos 30 metros. Esta vez lo vieron y varias personas describieron su vehículo. Sin embargo, debido a la “distancia, oscuridad y adrenalina”, según dijo Demme, las informaciones de los testigos hasta ahora son incompletas y demasiado contradictorias entre sí. El único “denominador común” es que el atacante o atacantes son hombres, afirmó. Por este motivo, la policía descartó por el momento difundir un retrato hablado del asesino.
El francotirador es, según los relatos de los testigos, un hombre de tez oscura, posiblemente de origen latino o de Medio Oriente. Algunos testigos dicen haber visto también a dos personas. La policía cuenta además con la descripción de una pequeña camioneta blanca o de color claro, que también fue vista en los otros sitios donde ocurrieron ataques. Algunos testigos dieron datos sobre partes del número de la patente.
Todo esto muestra, para los criminólogos, ligeros cambios de comportamiento. “Se está tornando más audaz”, comentó Alan Fox, un profesor de Justicia Penal en la Universidad Northeastern de Boston.
“Puede llevar a cabo asesinatos como esos por meses si no comete errores –dijo Richard Rosetti, consultor de seguridad de Washington–. Parece tener la paciencia para buscar el tiro justo.”