Mié 23.10.2002

SOCIEDAD  › UNA NUEVA VICTIMA DEL FRANCOTIRADOR EN EE.UU.

El décimo disparo certero

Esta vez fue un conductor de ómnibus. Estaba parado cuando una bala impactó en su pecho. En medio de un terror creciente, se supo que un mensaje del asesino incluyó amenazas contra los niños.

Por Suzanne Goldenberg *
Desde Maryland

El francotirador de los suburbios volvió a su área de caza favorita cerca de Washington ayer, al asesinar a un conductor de ómnibus en el mismo radio de acción de sus primeras matanzas. La décima víctima apareció en el mismo día en que se supo que existe otra nota del asesino donde reclama un pago multimillonario para poner fin a sus ataques. Los investigadores hicieron saber que la carta encontrada cerca del lugar del crimen el sábado contenía una velada amenaza a los niños.
La última víctima fue el conductor de ómnibus Charles Johnson. Murió en el hospital después de haber recibido una bala –otra vez disparó una única bala– en el pecho cuando estaba parado en un escalón de su ómnibus a las 6 de la mañana. El ómnibus estaba estacionado en una calle residencial del condado de Montgomery, y no había nadie más cerca.
Funcionarios municipales dijeron que Johnson, de 35 años, era negro, estaba casado y era padre dos chicos. Había trabajado diez años en la línea. Hasta ahora los detectives no encontraron ninguna inclinación racial o de género en las víctimas elegidas. El tirador ya mató a nueve personas e hirió a tres en un raid que empezó con cinco muertes entre el 2 y el 3 de octubre, muy cerca del ataque de ayer.
En Richmond, Virginia, las escuelas de diez distritos estuvieron cerradas por segundo día consecutivo y 150.000 alumnos se quedaron en casa. En el condado de Montgomery, hubo embotellamientos en las calles y un renovado terror. Los chicos empezaron su cuarta semana confinados en sus aulas, con las prácticas de fútbol y toda actividad al aire libre suspendidas.
“Seguimos preocupados por la seguridad de toda la gente en nuestra región –dijo el jefe de policía del condado, Charles Moose–. Nos damos cuenta de que la persona o las personas involucradas en esto muestran decisión y habilidad para matar gente de todas las edades, todas las razas, todos los géneros, todas las profesiones, en diferentes momentos, días y localizaciones.”
Moose dijo que el tirador mató a Johnson y desapareció sin que nadie lo viera a él o a su vehículo. “En este momento no tenemos ninguna descripción para compartir con ustedes”, afirmó.
El francotirador también parece haber elegido bien su lugar. El ómnibus estaba parado en Grand Pre, una pequeña calle que hace una curva antes de desaparecer. Sólo hay allí un edificio, relativamente pequeño. Sin embargo, pocas de las unidades del edificio tienen ventanas sobre Grand Pre, y la mayoría de los residentes parece haber estado durmiendo, dijo la policía. El otro lado de Gran Pre da a una cancha de basketball y un camino de asfalto que conduce a un pequeño bosque.
La policía y el FBI se concentraron ayer en ese terreno, revisando el área durante más de ocho horas para buscar casquillos o tal vez otra nota escrita por el francotirador. Además, la policía cortó varias calles para revisar vehículos y observar a todos los conductores hombres.
Ayer se supo que en su última comunicación escrita, un texto largo descubierto fuera del restaurante donde fue herido un hombre el sábado por la noche, el francotirador había advertido que habrá más muertes e incluyó una amenaza específica contra las escuelas del área de Richmond, Virginia.
Ayer aún no se sabía si la caligrafía era similar a la de la carta de Tarot, primera comunicación del francotirador.
* De The Guardian, de Londres. Especial para Página/12.

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