Las nevadas que azotan gran parte de Europa occidental ya se convirtieron en las más importantes de las últimas dos décadas. Ayer, el epicentro fue la ciudad de Londres, que terminó aislada casi todo el día y en medio del colapso de los principales medios de transporte de esa ciudad. Los más de 20 centímetros de nieve acumulados en la superficie obligaron al cierre de la mayoría de las pistas de los dos aeropuertos londinenses, a la suspensión de los servicios de metro y de muchas líneas de autobuses y a la clausura de varios tramos de las autopistas que atraviesan la capital inglesa durante toda la jornada. Los expertos indicaron que la tempestad de nieve continuará, al menos, hasta mañana, pero que las complicaciones en el transporte seguirán hasta el viernes.

Ahora es el turno de Londres, pero el fenómeno meteorológico que castiga a sus habitantes –y a toda Inglaterra en general– se extiende a otros países europeos, donde las consecuencias fueron mucho más graves aún.

En Italia tres personas murieron el domingo debido a las condiciones climáticas, que obligaron a evacuar a 500 personas. En París, Francia, la nieve y el intenso frío hicieron que los caminos se congelaran, lo que causó una decena de accidentes. El colapso en el tránsito fue la consecuencia más grave a la que debieron hacer frente los habitantes de gran cantidad de ciudades españolas. En Madrid, fueron clausurados en forma temporaria varios tramos de las dos autopistas. En esos dos países, los temporales invernales durante enero provocaron la muerte de 25 personas mientras que cientos de miles fueron damnificados.

“Consideramos estas nevadas como extremas condiciones climáticas”, indicó el servicio meteorológico británico (MET), que pidió a los habitantes permanecer en sus casas y no salir salvo en caso de “extrema necesidad”. Difícil resultó seguir las recomendaciones a tres estudiantes que llegaron a la ciudad desde Colombia y que no pudieron evitar salir a jugar con la nieve en una calle de la localidad de Islington, al norte de Londres. “Nunca habíamos visto nieve, me encanta. Pero me tocará irme caminando al trabajo en la tarde”, comentó Lucía Gómez, de 19 años, que trabaja de moza en un restaurante.

Durante las primeras horas de la mañana de ayer, el servicio de autobuses londinense anunció que suspendía todos sus servicios durante el resto del día. El metro y los trenes que recorren la ciudad sufrieron retrasos y anulaciones, y varios tramos de las autopistas quedaron cerrados al tránsito, en particular la M25, una de las más frecuentadas. Tampoco se salvaron aquellos que debían ingresar o egresar de la ciudad en avión ya que varias pistas de los aeropuertos en Heathrow, Gatwick y Luton fueron cerradas, mientras el City Airport, en el centro, suspendió sus operaciones.