Fue, en términos médicos, “un cuadro psicótico” y ocurrió durante el mediodía de ayer en el barrio porteño de Balvanera, cuando una madre se atrincheró en un departamento junto a su hija y un arma, luego de tener una discusión con otros dos familiares a los que echó de su departamento, en un séptimo piso sobre la avenida Córdoba al 2600. La espectacular intervención policial incluyó la presencia del grupo de elite GEOF, francotiradores apostados en edificios lindantes y varios móviles de la comisaría 19ª. Hubo incluso que interrumpir durante varias horas el tránsito, ante los constantes e inciertos amagues de suicidio de la madre, finalmente contenida por los psiquiatras y derivada al Hospital Fernández. Según la reconstrucción de los voceros policiales, en ese departamento vivía una mujer de 74 años, con una de sus hijas, de 48, y su nieta, de 14. Por la mañana, otra de las hijas de la mujer que vive en el Gran Buenos Aires llegó a la casa para hablar de un problema familiar y el diálogo se transformó en discusión y pelea. Fue así como, desbordada, la mujer de 48 años echó a su madre y a la hermana –que intentó resistirse– y se atrincheró junto a su hija.

“La madre llamó al Comando Radioeléctrico luego de ser echada del departamento, tras una fuerte discusión”, contó el jefe de la comisaría 19ª, Sergio Maldonado, a cargo del operativo, y además explicó que en estas situaciones se reúne el comité de crisis. “Estaba muy nerviosa, con una menor, y se temía por su seguridad”, comentó Maldonado. Al lugar acudieron una psiquiatra del SAME y un especialista de la Policía Federal con el fin de persuadirla. Tardaron dos horas para convencer a la mujer de que cesara en su actitud, mientras que equipos de Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) procuraban acercarse al balcón desde los pisos superiores e inferiores para evitar que la mujer se tirara. Es que por momentos la mujer y la adolescente salían al balcón para observar desde el departamento toda la situación que se había generado e incluso se peleaban con los vecinos.

Las negociaciones y el despliegue continuaron hasta minutos antes de las 15, cuando finalmente la mujer cedió ante las recomendaciones de los médicos, que le dieron “unos tranquilizantes y la trasladaron al Hospital Fernández”, informó el doctor Alberto Crescenti, director del SAME. Un rato después, el jefe de prensa de la Policía Federal, Néstor Rodríguez, concluyó que la mujer sufría “un descontrol psicológico” y una “alienación mental”.