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Un grupo de legisladores de la oposición porteña presentó ayer un nuevo proyecto de concesión del Servicio Público de Higiene Urbana (SPHU), que obliga a las empresas recolectoras de residuos a incorporar los criterios establecidos en la ley 1854 de Basura Cero. A diferencia del proyecto oficial dado a conocer por el jefe de Gobierno de la ciudad en septiembre de 2008, la nueva propuesta sostiene que debe mantenerse el criterio de pago denominado “por área limpia”. En tal sentido, uno de los fundamentos de la ley es que “se descarta cualquier tipo de cálculo de facturación que esté relacionado con la recolección por peso de los residuos sin separar o en los que resulte imposible determinar la calidad de cada fracción”.

Desde la organización ambientalista Greenpeace festejaron la iniciativa: “El proyecto propone mantener la integridad del sistema tal como lo establece la ley 1854, que el Ejecutivo porteño ha tratado de desmantelar”, señaló Juan Carlos Villalonga, director político de la ONG. La iniciativa fue presentada por Sergio Abrevaya (CC), Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires), Gabriela Cerruti (Nueva Democracia), y Julián Dángelo (PS), Juan Cabandié y Pablo Failde (FpV).

El proyecto es una alternativa al proyecto enviado por Mauricio Macri para el diseño del pliego en la contratación de las empresas recolectoras de residuos. La propuesta opositora establece, básicamente, las orientaciones, modalidades y condiciones que deberán adquirir las prestaciones del SPHU. Asimismo, plantea la creación del Sistema Público de Recolección Diferenciada, Selección, Acondicionamiento y Comercialización de residuos reciclables y recuperables. Es decir, según Epszteyn, “el proyecto se basa en la separación en origen y en la recolección diferenciada de los residuos, incorporando además formalmente a los cartoneros” en la política residual.

También, “la aplicación de este marco regulatorio favorecerá la reducción de los volúmenes de basura que se envían a los rellenos sanitarios”, afirmó el legislador.

“Creemos que es necesario el apoyo a este proyecto, ya que plantea hacia dónde debe empezar a avanzar la gestión de residuos de la ciudad en el marco de la ley Basura Cero –sostuvo Villalonga–. La recuperación y reciclado de materiales a través de un sistema que apunte a la disminución de los residuos que se entierran es la meta a cumplir y el proyecto va en esa dirección”, concluyó el ambientalista.