ECONOMíA › TENSIóN ENTRE LAS POTENCIAS ECONóMICAS ANTES DEL COMIENZO DE LA CUMBRE DEL G-20 EN LONDRES

Sarkozy amenaza con dejar la silla vacía

Francia adelantó que se irá de la cumbre si no se avanza en medidas concretas para enfrentar la crisis. Nicolas Sarkozy está enfrentado a Gran Bretaña en el tema de la regulación financiera global. A la vez, Europa mantiene diferencias con Estados Unidos.

 Por Eduardo Febbro

Desde París

Las noticias son sombrías. La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) pronosticó una “hemorragia económica” para 2009 y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dejó flotando una amenaza sobre el cielo de Londres. Casi al filo de la foto de familia que los miembros del G-20 se tomarán el próximo 2 de abril en la capital británica, las divergencias profundas entre los líderes del bloque saltaron ayer al primer plano. El presidente francés, enfrentado con Londres en torno del alcance de la regulación financiera, amenazó con “irse” de la cumbre si los resultados de la reunión no eran satisfactorios. En un primer tiempo, Sarkozy dijo que “la crisis es demasiado seria como para que celebremos una cumbre para nada”. Luego, a través de su ministra de Economía, Christine Lagarde, París hizo saber que Sarkozy dejaría la cumbre y que tampoco firmaría el documento final si no se obtienen los resultados previstos.

La cruzada de la presidencia francesa a favor de una “refundación del capitalismo” mediante la instauración de un severo sistema de regulación financiera es un tema que indispone a Londres. Lo que aparece hoy como una controversia abierta viene a tapar la sensación de consenso que se estaba instalando luego de que europeos y norteamericanos limaran sus diferencias. En lo concreto, el entorno del presidente francés afirma que de esta cumbre tienen que salir resultados tangibles, que lo peor que podría pasar es que todo concluya con una declaración final sin compromiso alguno o que, peor aún, las cosas se pospongan para una tercera cumbre. Sarkozy apuesta porque los socios del G-20 creen un organismo “global” capaz de ocuparse de la regulación del mundo de las finanzas, una idea tajantemente rechazada por Londres y Washington. El capitalismo francés no es ni más moral ni más limpio que otros, pero, el año pasado, desde el comienzo de la crisis, Sarkozy se convirtió en el principal defensor de una “moralización” completa del “capitalismo financiero”. En este contexto, los franceses hablan de que en Londres se debe obtener “un mínimo vital” en materia de regulación financiera, que consta de, al menos, cuatro puntos: redefinición de las normas contables de las empresas, supervisión de la remuneración de los traders con opciones para punir a quienes vayan demasiado lejos, seguimiento y vigilancia de los fondos especulativos y publicación de la lista de los paraísos fiscales y de las sanciones que se les pueden aplicar.

Este mínimo vital es objeto de cierto consenso, aunque no así la idea de que exista un organismo regulador global del sistema financiero. Londres y Washington descartaron esa idea como ridícula. Sarkozy intentó sin éxito que la canciller de Alemania, Angela Merkel, defienda ese principio. Lo único que se ha consensuado hasta ahora es el compromiso de diez paraísos fiscales –Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo, Mónaco, Austria, Andorra, Bélgica, Singapur, Hong Kong y Macao–, que ya se declararon dispuestos a compartir con los otros países las informaciones que conciernan a las personas responsables de evasión fiscal (ver Página/12). Lo demás, y las declaraciones de Nicolas Sarkozy así lo prueban, está aún en plena negociación frente a una cumbre en la que se oponen dos agendas: la norteamericana, orientada a asociar al G-20 a las políticas de reactivación económica, y la europea, inclinada hacia la regulación del sistema financiero internacional. El problema está también en que los europeos acuden a Londres con serias divergencias a cuestas. La euro cacofonía puede ser la otra protagonista de la cumbre. El Viejo Continente es el mejor representado en el G-20 con seis países miembros de la UE –Alemania, Francia, Italia, Holanda, Reino Unido, España–, más la Comisión Europea y el país que preside la UE, en este caso la República Checa, cuyo gobierno acaba de caer ante una moción de censura.

La dificultad radica en presentar un frente unido ante Washington, sin crear por ello un camino sin salida justo cuando los europeos se encuentran por primera vez con Barack Obama en una cumbre internacional. Citado por el diario Le Monde, un diplomático de alto rango decía “la obamamanía juega contra los intereses ofensivos de los europeos”. Y como la realidad siempre emerge entre los sueños, a sus divergencias comunes a los europeos se les pega igualmente el peso de sus propias realidades: defensores de la moral en las finanzas, partidarios de la regulación y el saneamiento del sistema mundial, ellos también tienen algunos problemitas caseros con la moral y la regulación. En Francia, por ejemplo, los casos de empresarios, financistas y banqueros que llevaron a la bancarrota a sus instituciones y terminaron cobrando jugosas indemnizaciones pagadas con fondos de rescate, es decir, con plata pública, son numerosos. El escándalo llegó a tales proporciones que el Ejecutivo tuvo que sacar esta semana un decreto para limitar esas indemnizaciones. Pero lo que no pudo limitar fueron sus efectos. Cuatro directivos de empresas que anunciaron despidos masivos y obtuvieron para ellos mismos indemnizaciones extraordinarias fueron secuestrados en sus oficinas en los últimos días por los empleados despedidos que reclamaban mejores indemnizaciones. La OCDE le agregó a este panorama su inconfundible sello. Ayer, ese organismo estimaba que “en Estados Unidos, en Japón, en la zona euro y en el conjunto de la zona OCDE, el PIB bajará entre 4 y 7 por ciento este año y seguirá estancado el año próximo”. Que Sarkozy deje o no su silla vacía, las sombras de la recesión y el estancamiento se desplazan sin que nada las detenga.

Compartir: 

Twitter

“La crisis es demasiado seria como para que celebremos una cumbre para nada”, afirmó Sarkozy.
Imagen: EFE
 
ECONOMíA
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.