Una extensa línea de fuego, de unos cuatro mil metros de extensión de frente, comenzaba a retroceder ayer en el valle de Punilla, en las sierras de Córdoba, luego de que un centenar de vecinos debieran ser evacuados de las zonas aledañas a Cuesta Blanca, Icho Cruz y San Antonio de Arredondo, a escasos kilómetros al sur de Carlos Paz y a 60 de la ciudad de Córdoba. Retroceso y control no significa que el fuego se haya apagado. Los vientos de 35 kilómetros por hora no daban tranquilidad a los 150 bomberos y dos aviones hidrantes que lucharon contra las llamas durante toda la jornada. Entre los evacuados, una familia logró salvar su vida milagrosamente cuando huían del incendio y un pino en llamas cayó sobre el auto. Anoche, según el subdirector del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Diego Concha, en la zona de Cuesta Blanca y San Antonio el incendio está controlado.

Durante la mañana de ayer, los vientos y la sequedad del clima habían disparado los diferentes focos de incendio forestal en una extensión de cuatro kilómetros de frente y avanzaban en forma descontrolada hasta obligar a evacuar a unas 100 personas de poblaciones rurales. El peligro del descontrol del fuego llevó al gobernador provincial Juan Schiaretti a pedir extremar las precauciones y anunció que “dispuso otorgar subsidios para la reparación de las viviendas dañadas”.

Es que el fuego había avanzado hasta tal punto a las zonas habitadas que durante la madrugada debieron evacuar “unas cien personas”, según anunció el vocero del Ministerio de Gobierno cordobés, Javier Sosa. El funcionario también explicó que unos “150 hombres luchan contra el fuego desde la tarde de ayer (domingo) en la zona que conforma la parte inicial de la ruta provincial 14, hacia la región del valle de Traslasierra”.

Ochenta personas habían sido alojadas en la comuna de San Antonio, debido a la invasión de humo que dificultaba enormemente la respiración. “Los responsables del hotel spa La Posada del Quenti, ubicado en proximidades de Icho Cruz, derivaron a hoteles de Villa Carlos Paz a unos 20 pasajeros”, agregó Sosa. Durante la mañana, el camino a las Altas Cumbres y la ruta provincial E 55, entre La Calera y el paredón del dique San Roque, habían sido cortados, el primero por el humo que impide la visibilidad y la segunda por la presencia de fuego y el peligro de desmoronamientos.

Los primeros focos en el valle de Punilla surgieron la semana pasada, debido a la sequía habitual para la época, que tornó sumamente combustibles los pastizales, pero los vientos del domingo por la noche reavivaron las llamas y formaron frentes de fuego de cuatro a cinco kilómetros en campos de Cuesta Blanca, Icho Cruz y San Antonio de Arredondo, muy cercanos a Carlos Paz. Por la mañana, los bomberos comprobaron que el fuego había arrasado un comedor y un tostadero de maní, cercanos a Icho Cruz, sobre la ruta provincial 14. Gabriel, uno de los dueños del comedor, donde también se vendían artesanías, dijo que la destrucción fue total y que el fuego también afectó un criadero de truchas en el mismo predio, aunque desde el Ministerio de Gobierno se anunció que ayudarán a la reconstrucción del lugar. El propietario del tostadero, Antonio, comentó que “se perdió todo. El sereno no pudo hacer nada. En 15 minutos desapareció todo. Había fuego a ambos lados de la ruta. Fue sobrecogedor”. También una familia que escapaba del fuego en su coche, en jurisdicción de Cuesta Blanca, debió abandonar el vehículo y seguir a pie luego de que un árbol cayera sobre el rodado, que luego fue destruido por el fuego.